Estudiantes de la Escuela Rural de Puninque visitaron el Liceo Politécnico Antülafken en un inédito encuentro de kimeltuwün, instancia enseñanza/aprendizaje propia mapunche en la que los protagonistas fueron los propios chillkatufo.
El jueves 11 de octubre pasado, con todo el newen del Chau Antü, los once pichikeche de la Escuela Rural de Puninque visitaron el Liceo Politécnico Antülafken en la villa Puaucho, actual comuna de San Juan de la Costa.
Para la oportunidad, los ngen tue del Liceo Antülafken tenían preparadas algunas actividades relativas a juegos y prácticas ancestrales mapunche para las niñas y niños de Puninque que cursan de primero a sexto básico en dicha escuela municipal.
Tras el inicio de la jornada con un efkütun, realizado en la plaza ubicada frente a la Municipalidad de San Juan de la Costa, se realizó el primer juego consistente en la búsqueda de una serie de elementos del entorno que fueron solicitados en Tse Süngun, en determinado número y características, por parte de un grupo de estudiantes de primero medio encargados de la actividad.
Así, tras organizar cuatro equipos de búsqueda compuestos por estudiantes de Puninque y de primero medio del Liceo Antülafken, se dio inicio al juego que permitió constatar los grandes avances en el manejo del Tse Süngun que tienen las y los pichikeche.
Posterior al juego de búsqueda, que resultó muy entretenido, niños y jóvenes se dirigieron al gimnasio municipal para la realización de los siguientes dos aukantun.
El primer juego realizado en el gimnasio fue guiado por dos estudiantes de tercero medio especialidad Turismo y consistió en que cada pichikeche, usando una venda en los ojos, completase un circuito marcado con piedras en el suelo, moviéndose hacia el frente, hacia atrás y hacia sus costados de acuerdo a las instrucciones de un koipu (ayudante).
Las expresiones indicadas por los koipu fueron las siguientes:
- sitro amonge /srito amonge: avanza hacia el frente, avanza derecho
- man püle amonge: anda hacia la derecha
- wele püle amonge: anda hacia la izquierda
- füsri püle amonge: avanza hacia atrás, retrocede
- afi: se terminó (para indicar que se acabó el movimiento en alguna dirección)
El juego bautizado como l’umü miawün (el andar del ciego) o penolu miawün (el andar del que no ve), permitió que cada pichikeche generase confianza en sí mismo y en el koipu, junto con la puesta a prueba de las propias habilidades de orientación espacial e instinto.
El segundo juego, denominado “juego de la cosecha” o ñümitukan, estuvo a cargo de cuatro estudiantes de tercero medio especialidad Turismo y consistió en la formación de tres equipos que tenían la misión de cosechar de la forma más rápida posible paquetes de trigo (katsilla/katsillawe) y porotos (külüi/kül’wi), dispuestos en hilera.
El ñümitukan demostró ser una excelente estrategia pedagógica en lo físico, intelectual y valórico.
El bloque final de actividades estuvo a cargo de cuatro estudiantes de tercero medio especialidad Forestal. Estos cuatro weche wentru, quienes se presentaron en Tse Süngun, mostraron su trabajo consistente en la elaboración de armas y herramientas ancestrales, tratando de ceñirse lo más posible a las características originales, de acuerdo a la información histórica previamente analizada en clases.
Cuatro fueron los tipos de armas elaboradas:
- Witruwe: onda
- Chümfel, chümfelwe o wepül y pülki: arco y flecha
- Lake o lükai: boleadora
- Katsal kusra: hacha de piedra
Con las creaciones anteriores, los weche wentru enseñaron a los pichikeche las prácticas ancestrales del witrutun/witruwetun, laketun/lükaitun, pülkitun y katsaltun, dando un salto hacia el tiempo antes de la invasión europea… Probablemente nuestros pualwe miraron con mucho gusto la recuperación de estas prácticas olvidadas.
La jornada terminó pasadas las 13:30 hrs. con un pichi kiyemtun entre las y los pichikeche de la Escuela de Puninque y las y los weche del Liceo Politécnico Antülafken.
En la despedida, la profesora y la educadora tradicional hicieron uso de la palabra para agradecer por la actividad e invitar a las y los weche del Liceo Antülafken a visitar la escuela de Puninque.
KIÑE PICHI SRAKISUAM
Como espacio mapunche no podemos dejar de destacar una actividad tan llena de significado y ternura.
La experiencia de las y los pichikeche y weche de la Escuela de Puninque y el Liceo Antülafken nos invita a repensar el pasado, a tratar de imaginar cómo era la vida antes de la invasión, antes de la adopción de elementos de la cultura ‘civilizada’ que hoy día se consideran como ‘tradicionales’ mapuche: el trigo, distintos tipos de animales (caballos, vacunos, ovinos, etc.), el uso de delantales y telas que cubren la cabeza, entre otros.
Reconstruir prácticas previas a la invasión y el genocidio es una forma de wiñosuam que nos ayudará a definir qué rumbo queremos seguir como pueblo.
Por otro lado, si consideramos que los indicadores de salud de nuestra gente son preocupantes, con mayor razón debemos recuperar el küme mongen: volver a una alimentación sana y variada basada en una soberanía alimentaria, junto un fortalecimiento físico, espiritual, emocional y mental, tanto a nivel individual como colectivo.
Y para lograr dicho fortalecimiento (nialu füta newen, yafüluwam ta inchen) hoy tenemos la oportunidad de retomar nuestros antiguos aukantun que van mucho más allá del palitun: la práctica del witrutun, laketun y pülkitun y otras disciplinas antiguas desde la más temprana edad permitirá que las nuevas generaciones sean más sanas y vigorosas.
En este sentido, ya debiéramos ir pensando en realizar nuestras propias ‘olimpiadas’ mapunche, instancia en la cual nuestra gente se irá perfeccionando en cada aukantun.
Finalmente, no podemos dejar de señalar que la práctica de nuestras antiguas disciplinas y juegos también puede contribuir a que nuestros niños y jóvenes dejen su sedentarismo actual y su excesivo apego al celular y a la televisión.
Feita-nten künoayen ta famo. Afi feitachi küsow.
¡Yafüluwaimün!
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