En memoria de Gregorio Quintul, emblemático líder mapunche de La Catrihuala

¡Fill püle powüpe ta fa!
Fücha Gregorio Quintul (1919-2018)

El sábado recién pasado, a los 98 años, nos dejó uno de los más importantes dirigentes y luchadores del siglo pasado en el Fütawillimapu: nuestro fücha peñi Gregorio Quintul Quintul.

Lo que sigue es parte de las reseñas que hicieron sus hijos y nietos en la ceremonia de sepultura el día de ayer; el trabajo «Alerceros Huilliche de la Cordillera de la Costa de Osorno» de de Raúl Molina, Martín Correa, Cecilia Smith y Álvaro Gainza; así como las historias que he escuchado en mi familia y gente que he conocido a lo largo de estos años, acerca de don Gregorio y la mítica recuperación de «La Catrihuala», recordada por cada williche de este territorio, y que a ratos parece una historia sacada de una épica.

Nacido en 1920, en el sector de La Capilla, a unos 3 km de Riachuelo, a 30 km al suroeste de Osorno, su vida estuvo marcada con la lucha de su pueblo, al que amó, defendió y legó un profundo ejemplo de compromiso y sacrificio.

Como casi todos nuestros abuelos y abuelas, vivió en carne propia los despojos y matanzas de comienzos de siglo, emprendidas por el Estado, a manos de Carabineros y los hoy Terratenientes del Sur. Los primeros recuerdos de don Gregorio, y que le dolía revivir, como nos relató uno de sus hijos ayer, fue a los 3 años cuando con yuntas de bueyes y cadenas arrancaron las puertas de su casa y desalojaron a su familia y expulsaron de sus tierras.

Sepultura del inkatufo Gregorio Quintul

Líder nato, desde su juventud dirigió organizaciones tanto deportivas, como el club de fútbol «Caupolicán», hasta militar en el Partido Socialista. En el año 1944, participa en la creación de la Comunidad «Catrihuala», en Huellelhue, territorio enclavado en la cordillera de la costa. Nombrada así en honor al Lonko principal Catrihuala del Territorio de Chawrakawin, antiguo nombre de Osorno, quien fue uno de los firmantes del Parlamento de las Canoas de 1793, entre los williche künko y la Corona española. En esta comunidad don Gregorio ejerció 40 años como Secretario General.

En 1948 la comunidad decide comenzar un proceso de recuperación de un cordón montañoso de 8.000 hectáreas, que comprendía 2 fundos «Cordillera Hinostroza» y «Fundo Huellelhue» en manos de particulares españoles bajo el nombre de «Hacienda Cameros», dedicaba a la explotación del alerce. El proceso no fue pacífico. Tal como lo menciona el historiador Matín Correa en su trabajo «Reforma Agraria y Tierras Mapuches», la lucha por la Catrihuala sienta un precedente en los procesos de recuperación territorial, inédito para la fecha. Así, esta se llevó adelante en diferentes frentes: judicial, policial, sabotaje y autodefensa.

La causa fue tramitada en los Juzgados de Indios de Pitrufquen y Valdivia, en los que desde un comienzo se solicitó la expropiación de ambos fundos, pues a la comunidad, a pesar de no tener títulos, le pertenecía por herencia: la sucesión Llaitul.

La lucha por la Catrihuala fue ardua. Mientras tramitaban la causa en los tribunales, decidieron ocupar la cordillera, al tiempo que debieron enfrentar continuos intentos de desalojo por parte de la policía, como de los particulares que contrataban matones. En 1956 son desalojados por primera vez, y como era el procedimiento acostumbrado, fueron quemadas todas sus casas. Sin embargo, al año siguiente volvieron a entrar.

Una ñañita de apellido Cau Cau me contaba hace unos años, que su papá participó también. Me dijo que la comunidad se organizó muy bien, que cortaban los cables de telégrafo para incomunicar a los españoles con la policía, entre otras acciones de sabotaje.

También se sabe que se armaron. Esta parte, aunque en público no se cuenta mucho hoy, hace a esta historia que los peñi y lamüen con las que he hablado lo cuenten con orgullo y admiración. La comunidad decidió resistir la fuerza con fuerza, siguiendo el ejemplo de los antiguos.

La solidaridad y sentido de la justicia no tardaron en llegar. Un peñi de apellido Antilef, me contó una vez que casi todos los trabajadores que tenían los españoles eran williche, y que estos se pasaron al bando de sus hermanos y ayudaron también a la resistencia. Las actas hablan de 300 personas en la comunidad. Era una lucha grande e iba más allá de la tierra.

Durante este proceso, y otros que vinieron, el peñi Gregorio demostró la estatura moral que lo trasformó en un ejemplo y leyenda en vida. Contaba ayer uno de sus hijos que durante el proceso un abogado de la empresa lo visitó para intentar llegar a un acuerdo con la comunidad. Ofreció más de 1.000 hectáreas. La respuesta de don Gregorio fue «todo o nada», «o luchamos por todo o no luchamos por nada». Dice que el abogado lo trató de necio, le advirtió que mucha gente iba a morir, a lo que él contestó «al primero que van a tener que bajar en carreta va a ser a mi». La referencia a las carretas es porque en esa época los muertos se los trasladaba en ellas luego de los desalojos que eran resistidos, como en Forrahue en 1912 donde 15 williche murieron luchando, para luego ser arrumados en carretas y llevados a Osorno.

La resistencia fue tal que finalmente ganaron la montaña en el año 1966, mediante Decreto Supremo del entonces gobierno de Frei Montalva,que expropió en favor de la comunidad ambos fundos, de acuerdo a la Ley Indígena vigente. Lamentablemente, en dictadura, y tras algunos años de tramitaciones, la Contrareforma revoca el decreto expropiatorio, y entregó nuevamente la tierra a los españoles en 1978, permitiendo solamente la ocupación de la tierra, mas no su posesión ni explotación y el riesgo inminente a ser desalojados si los particulares lo solicitaban,

Afortunadamente la comunidad dio con otros documentos y títulos antiguos de Comisario de la familia Huisca, que había sido debidamente inscritas y que comprendían de sobra la cordillera Catrihuala reivindicada. A base de estos documentos se pudieron mantener con el dominio de facto de las tierras, pero en la incertidumbre en cuanto a lo legal.

Actualmente la comunidad sigue en pie y la recuperación de la Catrihuala queda en la historia y memoria de los williche de este territorio. Asimismo, el ejemplo y trabajo del peñi Gregorio. Cuentan que, a pesar de no tener estudios formales, era muy preparado. Un peñi Pailalef de Hualinto me decía «juicio que hacía, juicio que ganaba». Leía mucho para así poder enfrentar los procesos que se pusieran por delante y así ayudar en otros procesos de recuperación de tierra en los 60 en adelante.

Ka antü pewayen fücha peñi Gregorio Quintul Quintul. Se fue a la otra tierra a seguir luchando por la dignidad de los que quedamos.

Por Elías Colián Pairicán

Tami srakisuam

1 comentario

  1. Hola, soy Rodrigo Nicolás Díaz Hernández, estudiante de pedagogía en Historia y Geografía. Quisiera saber si hay bibliografía sobre la historia de la comunidad Catrihuala.

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