¡Fill püle powüpe ta fa!

A continuación presentamos algunos antecedentes relativos a los lineamientos y objetivos que el actual gobierno de Chile se ha planteado para «atender» las demandas y aspiraciones de los Pueblos Originarios y Naciones Ancestrales preexistentes a la conformación del estado. Es importante que nuestras autoridades tradicionales, dirigentes y organizaciones estén al tanto de esta información, su origen, trasfondo y alcances para efectuar un monitoreo constante que permita actuar de manera sabia y oportuna.

En primer lugar se expone el programa de gobierno y luego se presenta la parte del mensaje presidencial del 21 de mayo relativa a Pueblos Originarios. Se han destacado algunas ideas relevantes.

PROGRAMA DE GOBIERNO
Pueblos Originarios: el valor de la multiculturalidad

Uno de los grandes activos del país es su riqueza multicultural a la que contribuyen nuestros pueblos originarios. Desgraciadamente, las políticas públicas implementadas por los gobiernos de la Concertación no han sido eficaces en aprovechar este potencial. Con su aplicación no se les ha permitido a los indígenas participar de las oportunidades que brinda el desarrollo económico y a la vez mantener su identidad y cultura. Entre los principales problemas de la política indígena destaca su enfoque excesivamente ruralizante, el cual concibe que las identidades y culturas indígenas sólo pueden reproducirse y conservarse «atadas» a la tierra, lo que relega a un segundo plano al mundo indígena urbano, que representa dos tercios de nuestros pueblos originarios en Chile. Es por esta razón que una proporción mayoritaria de los recursos sectoriales se han destinado a la compra de tierras, lo que no ha sido acompañado del suficiente apoyo al desarrollo productivo.

Además, la política indígena y su ley han sido poco flexibles, limitando la oportunidad de decidir su futuro a los propios indígenas y sus comunidades.

Otro problema ha sido el fracaso de la institucionalidad pública. Se pretendía que la CONADI fuera el organismo encargado de «promover, coordinar y ejecutar la acción del Estado» en favor de los indígenas. Este diseño institucional mostró ser inoperante frente a la mezcla de la representación de los pueblos indígenas con la ejecución de las políticas públicas en una misma institución.

Finalmente, se ha sido débil e ineficaz en el resguardo de la dignidad y cultura de los pueblos originarios. Sus distintas identidades y culturas han quedado relegadas a un segundo plano en nuestra sociedad.

Nuestros objetivos son cuidar y promover la cultura e identidad indígena, y hacer realidad el acceso de los pueblos originarios a las mismas oportunidades y seguridades que el resto de la población. Para lograrlo, la política indígena requiere una mirada renovada y un cambio de timón que se funda en cuatro ejes.

  • El primero deja atrás una política indígena eminentemente ruralizante para avanzar hacia una política integral. Para ello el Fondo de Desarrollo Indígena se abrirá a reforzar proyectos de organizaciones culturales indígenas urbanas; se potenciará el apoyo para el desarrollo agrícola productivo y se priorizarán programas educacionales en todos los niveles educativos y de capacitación.

Además, el referido fondo se distribuirá por comuna según la concentración de población indígena y en función de la calidad de los proyectos. También, descentralizaremos la ejecución de su asignación, la que se realizará por concursos radicados en las municipalidades, que serán supervisados por la nueva Agencia de Desarrollo Indígena. En dichos concursos serán esenciales las prioridades de las comunidades que viven en esas comunas, para lo cual aplicaremos un estudio indígena comunal cada dos años para recoger las prioridades de sus personas, organizaciones o comunidades y así definir las prioridades de gasto atendiendo las particularidades y necesidades del propio lugar.

Para hacer realidad este nuevo enfoque integral se crearán mesas indígenas de diálogo y trabajo en las comunas de alta concentración originaria donde se puedan plantear inquietudes a las autoridades comunales.

Asimismo, se desarrollará un programa especial en el sur del país, denominado Plan Araucanía, que instalará unakground-color: #ffff00;»> Mesa de Diálogo y un Proyecto de Desarrollo para las comunidades, con recursos para realizar una transformación económica y social profunda, basada en el enorme potencial agrícola, ecoturístico y cultural de las comunidades mapuches.

  • El segundo eje busca eliminar de la actual política los instrumentos discrecionales y que incentivan la violencia. Para ello se perfeccionará la entrega de tierras a través del subsidio establecido en el artículo 20 letra a) de la Ley Indígena, con un claro énfasis en los subsidios individuales. Además, este sistema permitirá a los pueblos originarios optar a nuevos instrumentos de reconocimiento en áreas como educación, capacitación, emprendimiento, vivienda y pensiones.
  • El tercer eje incluye la creación de una nueva institucionalidad. Para ello se contempla el reconocimiento en la Constitución de los pueblos indígenas. Además, se incluirá oficialmente a las autoridades tradicionales de las distintas etnias en los protocolos municipales, provinciales y regionales correspondientes, y aumentará el rol de los municipios en el diseño y la aplicación de estas políticas.

Se creará una potente plataforma de atención, la Oficina de Asuntos Indígenas (OAI), en aquellas comunas que superen un cierto umbral de asignación de recursos del Fondo de Desarrollo Indígena. En las comunas con presencia indígena relevante, esta nueva plataforma absorberá diversas demandas, en una modalidad de ventanilla única, ya sean sociales, económicas o culturales, de manera de informar y acercar mediante una nueva gestión, la política indígena a quienes realmente debe llegar.

Se reformará la institucionalidad responsable de las políticas del Gobierno Central para los pueblos indígenas, y se transformará a la CONADI en una Agencia de Desarrollo Indígena que concentrará su función en la ejecución directa de las políticas y la coordinación de éstas con los municipios y otros entes.

Los nombramientos en la nueva agencia se harán a través del mecanismo de Alta Dirección Pública.

Existirá un Consejo de Pueblos Indígenas a nivel nacional que tendrá como función asesorar al Gobierno en el desarrollo de la política indígena nacional, funcionando como órgano consultivo central e integrado exclusivamente por miembros de las etnias reconocidas por la ley, elegidos a través de un sistema representativo.

  • El cuarto eje busca potenciar la identidad y cultura de los pueblos indígenas, para lo cual se creará una ;comisión que realice un diagnóstico cultural para fomentar, a través de la educación formal, una comunicación cultural comprensiva entre los distintos grupos indígenas y la sociedad en su conjunto, de modo de iniciar una práctica efectiva de la tolerancia, respeto, valoración y comprensión de nuestros pueblos originarios y su cosmovisión.

Efectuaremos una evaluación completa y sistemática de los resultados que ha tenido el programa de Educación Intercultural Bilingüe, para mejorar y potenciar los planes y programas de fortalecimiento de la lengua indígena, sus talleres y monitores.

Se creará el Centro Bicentenario de Fomento de las Culturas Indígenas, que asesorará y generará contenidos para la difusión de ellas. Este centro deberá planificar la asignación de becas y premios de mérito académico e igualmente, se fortalecerán los planes y programas de lenguas indígenas.

Más detalles: http://www.pinera2010.cl/programa-de-gobierno/pueblos-originarios/

 

Mensaje Presidencial, 21 de mayo de 2010

«Amigas y amigos, la gran riqueza de Chile es nuestra diversidad cultural.

Nuestros pueblos originarios son parte integral de Chile, y su historia, cultura y tradiciones están arraigadas en el alma de nuestro país. Pero muchos de sus miembros sienten, y con razón, que la sociedad chilena no los integra, respeta y valora como merecen.

En el año del Bicentenario, ha llegado el tiempo de hacer justicia a nuestros pueblos originarios. Para ello, implementaremos dos programas muy concretos.

Un acuerdo de Reencuentro Histórico con el Pueblo Mapuche, cuyo primer paso será poner urgencia a la reforma que consagra su reconocimiento constitucional. Además, modificaremos la CONADI, para crear una verdadera Agencia de Desarrollo Indígena.

Asimismo, reformularemos la política de tierras, para transformarla en una verdadera palanca de progreso para las comunidades indígenas, incorporando capacitación, asistencia técnica y asociatividad.

Tendremos siempre una posición clara y categórica en contra de la violencia, que grupos minoritarios promueven entre las comunidades y territorios indígenas.

Segundo, el “Plan Araucanía” promoverá un desarrollo integral de los pueblos originarios, incluyendo importantes inversiones para mejorar la infraestructura de las regiones de La Araucanía y el Bío Bío, atraer inversiones que generen buenos trabajos, e incluirá un esfuerzo especial para mejorar la calidad de la educación, salud y la promoción de la cultura de los pueblos originarios

Fuente: Mensaje Presidencial, 21 de mayo de 2010

Tamün srakisuam
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