¡Fill püle powüpe ta fa!

En relación a la invalidación del DS 124 que en conjunto con la dirigente aymara Cecilia Flores y los abogados de la Clínica Jurídica de la Universidad Diego Portales, le aclaro de manera pública a quienes firman en nombre de la Red Legislativa Indígena, lo siguiente:

1.- Soy Marcial Colín Lincolao, presidente del Consejo Territorial Mapuche Mallolafken de Villarrica. Organización que se origina hace más de diez años y que entre sus principios se plantea la recuperación de las tierras, la participación política y la educación como ejes de un desarrollo propio en lo económico, cultural, social y político.
2.- La existencia de nuestra organización no se debe al patrocinio de nadie.
3.- Las deliberaciones internas se toman en base a la estructura que tenemos y desde ahí, en el ejercicio de nuestros derechos como organización no dependiente de otras organizaciones, tomamos nuestras decisiones, entre las cuales existe la de elegir a nuestros aliados.
4.- Nuestra organización, en el plano de lo político, no ha depositado la vocería en ningún individuo ni institución.
5.- El objetivo de anular el Decreto 124 lo han manifestado una gran mayoría de organizaciones indígenas a nivel nacional. Cualquier otro paso implica necesariamente un debate alturado.
6.- Si los hermanos de la Red Legislativa tienen problemas con la “ley”, les sugiero cambien el nombre a su organización.
7.- Valoro las críticas porque evidencian una gran capacidad de percibir un trozo de la realidad. Sin embargo, cuando los argumentos surgen desde el mismo colonialismo entonces hay un problema de fondo y no tan sólo de forma.
8.- Al werken Huilliche, al consejero Rapa Nui y al presidente de la Corporación Aymara, les aclaro que desde ningún punto de vista tienen autoridad sobre nuestra organización, ni para sugerir de manera pública, ni para aconsejar. Además desde los códigos indígenas hay otras formas para resolver controversias, por lo que no me puedo hacer cargo de los complejos de omnipotencia que se deja entrever, como si alguien alguna vez los haya puesto por sobre otras organizaciones.
9.- Lamento que exista la necesidad de expresar sin discernimiento la cultura de la queja pública y que ésta, los haya apresurado a declarar una lluvia de palabras y una sequía de ideas. Lo ideal hubiera sido aprovechar esta oportunidad para debatir internamente sobre otros temas, seguramente más relevantes que el DS 124.
10.- De todas manera y fraternalmente les invito a un debate interno, no para hablar del Decreto 124 sino para elaborar estrategias en conjunto que nos permitan en algún momento ejercer el derecho a la libre determinación, tal como se establece en la Declaración de Naciones Unidas Sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

Tamün srakisuam
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