¡Fill püle powüpe ta fa!


Imagen: Héctor Llaitul | Diario Austral de Osorno

A días de que se realicen los alegatos para resolver la nulidad del juicio que sentenció a 25 de años de cárcel al comunero y ex líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), el osornino Héctor Llaitul, su familia y cercanos están preocupados por su estado de salud y la de los otros tres comuneros enjuiciados, quienes están en huelga de hambre desde el 15 de marzo pasado.

Esta es la tercera huelga que lleva adelante Héctor Llaitul en los últimos años. La última duró 83 días y culminó en octubre de 2010.

CORTE SUPREMA

Tanto Llaitul como los otros comuneros en huelga -Ramón Llanquileo, José Huenuche y Jonathan Huillical- han estado involucrados en varios procesos judiciales, sin embargo, el juicio que los sentenció a 25 años al primero y 20 de presidio a los demás, ha tenido una serie de aristas desde su origen, como la utilización de testigos protegidos y la absolución por parte de la Justicia Militar del ataque al fiscal Mario Elgueta, hecho por el que fue condenado Llaitul a 15 años -homicidio frustrado- y a otros 10 por el delito de robo con intimidación.

«Desde un comienzo hemos dicho que este proceso está viciado. Por ejemplo, durante la preparación del juicio en Cañete se dejaron de lado los testigos protegidos, pero el Ministerio Público apeló a la Corte de Apelaciones de Concepción, que finalmente aceptó este tipo de pruebas que son ilegales por el tipo de causa que se procesó a Héctor», afirma Pamela Pessoa, esposa de Llaitul.

A raíz de esta decisión judicial, el círculo más íntimo del comunero osornino comenzó a idear una estrategia que lleve a la anulación del juicio. Uno de los pasos más importantes en este ámbito, fue la solicitud a la Corte Suprema que revise el recurso de nulidad.

La decisión de llegar inmediatamente hasta la máxima instancia judicial de nuestro país, se basa en su desconfianza en la Corte de Apelaciones de Concepción.

Por lo mismo, una delegación compuesta por tres loncos, las madres de José Huenuche y de Héctor Llaitul -Florinda Carrillanca-, además de la vocera Natividad Llanquileo, se reunieron a fines de la semana pasada con el presidente de la Corte, Milton Juica, a quien le hicieron ver las anomalías del juicio y la confianza que tienen en que el máximo tribunal acoja y resuelva la nulidad de proceso.

A esto se suma otra cita con el senador por la zona y ex Presidente de la República, Eduardo Frei, quien recibió en Osorno a Florinda Carrillanca.

A juicio del parlamentario, «este es un problema netamente judicial, y ellos (el grupo cercano a los comuneros) quieren y en lo que yo los respaldo, es que éste sea un juicio común y corriente al igual que el resto de los chilenos». Frei agregó que el Gobierno había llegado a un acuerdo con las comunidades de no aplicar la Ley Antiterrorista.

«Esto lo debe resolver la Suprema. Un parlamentario no puede decirle a los ministros (de la corte) qué deben hacer. Ahora, evidentemente, lo que piden ellos es que sean tratados como en cualquier proceso», recalcó.

FALTA DE GARANTÍAS

Uno de los que visitó a los huelguistas en Angol fue el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja, el diputado local Sergio Ojeda, quien se entrevistó con los comuneros, manifestándoles su preocupación por el estado de salud.

«Los encontré bien, pero Héctor Llaitul está débil. Han pasado muchos días y el organismo se empieza a resentir. Por ello, Gendarmería presentó un recurso de protección», comunicó Ojeda.

Según el parlamentario, el juicio estuvo lleno de anormalidades y que es necesario que se realice de nuevo por un tribunal objetivo, competente e independiente.

«Aquí no cabe la Ley Antiterrorista y tampoco el Gobierno ha cumplido con lo que prometió sobre este punto», comentó Ojeda.

La delegación mapuche que estuvo en Santiago también se entrevistó con el alto comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU), Amerigo Incalcaterra, a quien le relataron los hechos vividos durante el juicio.

FAMILIA

La mujer de Llaitul, Pamela Pessoa, quien trabaja en el hospital de Cañete como asistente social, contó a El Austral que el comunero osornino ha pasado prácticamente seis años, de los últimos diez, en la cárcel y que ahora están preocupados por su condición física pues ya ha perdido 17 kilos, situación que ha sido corroborada por Gendarmería.

«Él es un hombre alto y de contextura gruesa. Su peso siempre ha sido de 90 kilos, pero ahora ha bajado mucho. Como familia estamos preocupados, pero Héctor y los demás compañeros están de buen ánimo y eso nos tranquiliza», comentó la mujer.

Pamela reveló que la relación con su pareja ha sido firme y que con el paso del tiempo ella también se ha endurecido, pues está convencida de que la causa por la que pelea Héctor Llaitul es justa.

Lo mismo pasa con los cuatro hijos que tienen -Lautaro (16), Ernesto (15), Mellen (13) y Pelentaro (7)- quienes visitan constantemente a su padre en el recinto penal de Angol.

«Sin duda que esto afecta a nuestros hijo, pero con el tiempo uno se va endureciendo. No nos queda otra que apoyar, porque estamos convencidos de lo que él ha hecho», manifestó Pessoa.

Fuente: Diario Austral de Osorno (03.05.2011)

Tamün srakisuam
Archivo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *