Pronto se celebra el “Día de las Regiones” (31 de marzo), vale la pena reflexionar acerca de la nacionalidad como un elemento sobre las identidades regionales de Chile.
El reconocimiento constitucional de los pueblos originarios es un tema de constante debate, a algunos les aterra pensar que alguien nacido aquí no se sienta chileno, asumen como ley natural la existencia del Estado-Nación de Chile, algo que tiene toda lógica pues la construcción de nuestra identidad se basa en este paradigma.
Sin embargo, en Europa, la Unión Europea ha superado este paradigma para reconocer la existencia de distintos pueblos que han formado los estados nacionales miembros, podemos citar a España, en donde fuera de las fronteras estatales todos son españoles, pero dentro, existen gallegos, vascos, catalanes, andaluces, aragoneses, y otros. En América el caso de Bolivia resulta interesante, pues en su Constitución actual “se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario(…), intercultural, descentralizado y con autonomías.(…)” lo que ciertamente es un enorme salto en materia de integración y tolerancia.
Chile no se generó espontáneamente, por el contrario distintas identidades originarias y avecindadas han interactuado para llegar a nuestra actual conformación, no debemos renegarlas, pues quien conoce su pasado controla su futuro, entender que Chile también es un Estado Plurinacional nos hará más tolerantes y facilitará enfocar un desarrollo humano local y regional.
José Luís Pérez Bañares
Vocero de Araucanía Sustentable
ptt@solidaria.cl
Fuente: El Austral – Blogs (16.03.2011)