Imagen: Diario Austral de Osorno
Todavía se encuentra «shockeada» la tejedora Lucía Maquehue, más conocida como «La Arañita», luego que su taller de telares resultara destruido en un incendio, ocurrido el 12 de febrero en una casona ubicada en calle Prat. Con el siniestro lo perdió todo, es decir, su trabajo que ha confeccionado durante 6 años.
Sin embargo, los gestos de solidaridad existen. Es que el Centro Cultural de Osorno (CCO) preparará un evento denominado «Encuentro Solidario Café- Traskin», para recaudar dineros que serán destinados a la artista proveniente de Pupañimo, localidad cercana a Río Bueno.
EVENTO SOLIDARIO
La fiesta consiste en reunir a músicos y poetas que brindarán un espectáculo el 11 de marzo, a las 20 horas. La entrada tendrá un valor de 2.500 pesos.
También habrán rogativas mapuche y puestas de telares pertenecientes al Pueblito Artesanal. Además, los pequeños del Colegio Artístico Santa Cecilia se unirán a la cruzada solidaria y presentarán algunas muestras. Todo esto se desarrollará en un escenario con luces y equipos de amplificación.
Los artistas confirmados a la actividad son los poetas mapuche huilliches Bernardo Colipán y Prosperina Queupuán; los grupos musicales Alambique, Fusión Andina, Gabriel Andrés, Desbordetrío y Acampaos del Sur. Al mismo tiempo, existen tratativas para traer al conjunto valdiviano y representante del Canto Nuevo Schwencke y Nilo.
RECUERDOS
Lucía Maquehue, de 30 años, comentó que se encuentra emocionada por la iniciativa que está preparando la gente del CCO. «La verdad de las cosas nunca pensé que ellos iban a responder de esa manera. Acá participa gente simpática y amigos, que están ayudando a recuperar lo que perdí».
Esta mujer criada en un sector rural, ha trabajado con tejedoras de Purranque y San Juan de La Costa, entre otros lugares.
Sus creaciones más predominantes son los ponchos, cojines, senderos de mesa y otros elementos decorativos en el hogar. Los productos son de teñido natural, que fueron mostrados en algunas exposiciones.
En el día del siniestro, ella se encontraba en el patio de la casa, cuando de repente observó que en el segundo piso comenzaba a salir humo. De hecho, no se atrevió a mirar como su material era devorado por las llamas.
«No quise entrar a la casa, porque los vidrios comenzaron a explotar. Después del incendio pude ver quemada la máquina de cocer, las tijeras y los telares. Estaban todos inservibles», recordó.
Fuente: Diario Austral de Osorno (01.03.2011)