Fotografía: Werken
Una jornada conmemorativa en la ciudad de Castro, en la isla de Chilé, se realizó el jueves 16, recordando la Rebelión Williche del 10 de febrero de 1712 cuando Castro entero ardió en llamas como también todas las haciendas invasoras del sur de la isla.
Un acontecimiento de gran relevancia histórica, pero que ha sido silenciado durante siglos.
En aquellos tiempos las comunidades cercanas a Castro convocaron a todos los hermanos de la isla (encomendados y no encomendados) a un Gran Palin en Kilkico en Enero de ese 1712 y acudieron comunidades de toda la isla grande y de otras islas como Quinchao, Alao Apiao y Lemuy. En ese Palin acordaron levantarse el 1º de Febrero de 1712 para reivindicar el término del régimen de encomiendas y exigir la devolución de las tierras usurpadas por los españoles.
Entre las demandas de los williche estaban la abolición de la esclavitud y el reconocimiento como Nación. Para los williche el levantamiento continúa vigente y las demandas de devolución de los territorios invadidos continuarán hasta que el mundo sea. Razón por la cual hoy en la marcha realizada por las calles de Castro se reinvindicó la lucha de los comuneros mapuche encarcelados por la defensa del territorio y también condenado la militarización y la ocupación de las empresas usurpadoras, recordando en este día significativo que muchos han sido los winkas que con artimañas legales se han ido apropiando de los territorios, unos amparados por el estado y otros por el poder ecnómico.
Entre los asistentes a la jornada de conmemoración se contaron a representantes de diversas comunidades williche y a la madre del comunero mapuche encarcelado Héctor Llaitul.
Fuente: Werken (17.02.2012)