Fotografía: Sonia Alegría Imilmaqui | Sragin Antü Nawel
Han pasado 231 años desde aquel fatídico 05 de septiembre de 1784, cuando el Imperio Español, después de capturarla, asesinan en forma sanguinaria a Bartolina Sisa, compañera de Tupac Katari, ambos lideraron la resistencia en el Alto Perú. Dos siglos después el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América en congreso realizado en 1983 en Tiahuanacu, Bolivia, establece esta fecha para conmemorar el día de la mujer originaria.
Pueblos originarios y organizaciones e incluso instituciones públicas de gobiernos de turnos en el mundo, se preparan para realizar actividades en torno a la fecha, por el lado de organizaciones autónomas se plantean debates, conmemoraciones y proyectos, mientras que las instituciones intentan instaurar jornadas de celebraciones y reconocimientos a personas por sus éxitos.
Mujeres williches hoy
Las lamuenes mapunches Williches, han sido responsables de la mayor de las labores que hacen la existencia de este pueblo, ser madre y parir hijos mapunches para recuperar su identidad a partir de los antiguos y sus relatos.
En ese aspecto www.futawillimapu.org sostuvo conversaciones con dos lamuenes del territorio Kunko (costa de la actual provincia de Osorno) se trata de Sonia Alegría Imilmaqui de Srukawadra y María Victoria Naguian de Huamputue, ambas madres y con historias similares; en el caso de Sonia Alegría Imilmaqui es parte de un tronco que se compone de los Lof Yonkon, Nomel, Huenuanca e Imilmaqui, familias que se expande por las comunidades de Pupañimo, Quillipulli, Trome territorios tangentes del Txen Txen de Srukawadra.
En el caso de María Victoria Naguian, es difícil pensar a la comunidad de Huamputue y sus alrededores sin los Lof Cheuquian, Hueichan, Queupuan y Naguian, una madre que hizo crecer a sus hijos y supo entregarle sus fuerzas de flaquezas cuando, por causa de un cáncer, se queda sin la compañía de su marido.
Abuelos, jamás en un asilo
Ambas mujeres mapunches williches, tiene un aspecto en común, atravesados por la historia les ha tocado hacerse cargos de sus padres y familiares de avanzada edad, Sonia en Srukawadra cuida a su padre Imilmaqui de 87 años y a su tío Yonkon de 71 “ambos han hecho que me sienta orgullosa de ser mapunche” dice al referirse a estos dos componentes antiguos de la familia que además, han ayudado a crecer en sabiduría a su dos hijas adolescentes estudiantes en la escuela de Küilakawün.
Fotografía: María Naguian | Sragin Antü Nawel
Por su lado María Victoria Naguian cuida a su padre anciano y ciego, “no fue un padre muy presente en su juventud pero decidí cuidarlo ahora que es viejito” dice y recalca al hablar de él.
Entre las crianzas de corderos, chanchos, chivos, gallinas, vacas, cultivos de hortalizas y bosque nativo, contemplan un paisaje lleno de historia de resistencia en donde se desarrollaron guerras contra los españoles, y como mujer, un sostén importante cuando a golpes sicológicos fueron perseguidas para ser violadas y casadas con descendientes wigkas con el objetivo de borrar el origen ancestral de quienes descendieran de ellas.
Pese a aquello, logran alcanzar un nivel de fuerza que permite encontrar en la actualidad al mapuche presente en el territorio Kunko, espacio que se unen al ayllasrewe de Llankakusra espacio sagrado y de connotación política que reúne a los habitantes que existen hoy en las comunas de la Unión, San Pablo, San Juan de la Costa.
Por Sragin Antü Nawel