Fotografía: Sector de Piutril, San Juan de la Costa | Comunidad Lonko Kashillawe
A través de su blog, la comunidad mapunche Lonko Kashillawe de Piutril, San Juan de la Costa, ha compartido cuatro nütram, relatos y experiencias de vida de algunos de los habitantes de dicho sector enclavado en la Precordillera de la Costa, en el antiguo territorio Künko.
Según señalan nuestras lamuen y nuestros peñi de la Lonko Kashillawe, los relatos publicados fueron extraídos del libro «Proyecto de reforzamiento del aprendizaje», Historia local e identidad cultural, ejecutada en Piutril mediante el programa «Contigo Aprendo» del Ministerio de Educación en el año 2006, iniciativa en la cual participaron como monitores locales Mariela y Javier Coyan Quintul.
A continuación replicamos los nütram de la Lonko Kashillawe, que son «vivencias e historias que están en el subconsciente imaginario y comunitario» de la gente de Piutril:
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I. PIEDRA DE TRANKAWUIN.
Testimonio de Avelina Quintul Llaitul, de 78 años, hija de la machi Isolina Llaitul Maricheo.
«Mi abuela TAFI fue la primera en ir a pedir remedio a la piedra de TRANKAWIN que tenía forma de un corredor. A la llegada había un laurel grueso al que tenían que pedir permiso para entrar, contaba mi mama, y al momento de pedir permiso le respondía la voz de una anciana desde dentro de la roca, pero solo la escuchaban mi abuela y mi mamá porque ellas tenían un don especial. En esos tiempos era un monte tupido, era solo una huella, para llegar a la piedra era muy difícil, las personas tenían que ir con mucha fe y no burlarse, el que lo hacia o pisaba las raíces del laurel se le hinchaban los pies.
Al momento de pedir por la salud de los enfermos, se hacía un sacrificio, se faenaba un cordero negro o una gallina negra, luego se realizaba un koyawtun y se pedía por el bienestar del enfermo, por último se rociaba al enfermo con el agua bendecida que brotaba de la piedra».
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II. ROGATIVA DE PULURRUKA EL AÑO 1957.
Testimonio de Felicinda Panguil de 82 años.
«Recuerdo que participé a mis 28 años a esta rogativa, la que ha tenido gran significado para mí ya que ahí se anunciaron cosas que iban a suceder más adelante como las plagas y enfermedades en las siembras y en las personas, todo eso ha ocurrido ahora.
Esta ceremonia fue encabezada por el LONKO JOSÉ DEL TRÁNSITO NEIPAN, la machi ISOLINA LLAITUL y el ayudante JOSÉ CALFULAF.
Allí participaron alrededor de 100 personas entre mujeres, hombres y niños, y duró tres días. Se hacían sacrificios de animales (corderos y vacunos), compartían la comida entre todos los que asistían ya que todos aportaban.
Estas rogativas se hacían para pedir al CHAU DIOS que traiga buenas cosechas, para que no se terminen los remedios caseros naturales, la buena crianza de los animales y salud para las personas.
También se realizaba el rito llamado «romance mapuche» donde participaban las mujeres y los niños, esto se hacia en la ruka al lado del altar y era dirigida por la machi, la que cantaba y danzaba pidiendo por los asistentes».
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III. EL VIEJITO BASTON DE ORO.
Historia contada por José Coyan Calfulef de 78 años, y adaptado por Javier Coyan.
«Cerca de la casa, hay una altura de tierra donde según los antiguos hay enterrado un tesoro de plata y oro, que habría sido dejado ahí por los españoles.
Dicen que el tesoro es custodiado por un ancianito vestido entero de oro, hasta sus dientes son de oro, también su bastón. Y se cuenta que en los atardeceres de invierno y en aquellas noches lluviosas el camino cercano se pone pesado para las personas que pasan por allí, se escuchan ruidos de tropel de caballos y también el ruido de una rueda de carreta que no avanza ni aparece nunca por el camino.
Dicen también que a veces el tesoro se encuentra casi a ras de suelo, entonces aparecen llamaradas de fuego por la noche y es ahí donde algún valiente debe atreverse a sacarlo.
Actualmente la única huella explicita es un agujero en el lugar, dejado por algún o algunos que se atrevieron a desafiar al viejito, pero que no se conoce ningún testimonio de ello.
¿Se imaginan quien puede ser el viejito bastón de oro?»
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IV. LA CUESTA DEL DIABLO.
Historia contada por Ana Panguil Caiguan.
«Contaban mis padres que antiguamente, esto era un monte muy cerrado, con un camino muy estrecho. Cuando pasaba gente al anochecer le salían los duendes al camino con forma de niños traviesos. Estos atajaban a la gente según se decía, los que tenían espíritu malo.
Si iban a caballo le sujetaban la rienda al caballo y hacían bajar al jinete, les quitaban sus pertenencias y les ponían obstáculos en el camino, como murras, arbustos, para que la persona no pueda salir de ahí, mientras ellos se burlaban y reían, así lo mantenían durante toda la noche.
Al amanecer desaparecían los duendes y el camino permanecía despejado para que el viajero continúe su trayecto».
Fuente: Comunidad Lonko Kashillawe de Piutril (12.09.2012)
Marry marry pu lamngen… Quisera agradecerles enormemente por los testimonios recuperados. Crecí en la ciudad escuchando de mi abuela estos relatos, sobre todo los de la Machi Isolina Llaitul, mi tatarabuela.
Al leer esta publicación, mi abuela Maria Quintul Guala, viajo a su infancia en Piutril y su corazon se lleno de mas recuerdos que llenaron sus ojitos de emocion. Muchas gracias