¡Fill püle powüpe ta fa!


Fotografía: Claudia Pailalef | Bernardo Arriagada

Tras su elección -con la segunda mayoría nacional- como consejera nacional de Conadi, Claudia Pailalef asoma como una de las nuevas líderes de la etnia. En esta entrevista, cuenta cuáles serán sus prioridades como representante del pueblo mapuche de las regiones de Los Lagos y Los Ríos.

A sus 37 años, Claudia Pailalef Montiel es con­siderada por muchos un personaje atípico en el mundo de los dirigentes indí­genas. Así lo refrenda su propia antecesora en el Consejo Na­cional de Conadi, Emilia Nuyado, quien señala -por ejemplo- que «ella posee un nivel educa­cional que está por sobre al­guien que trabaja con las bases».

Nacida en Riachuelo, la presidenta del Consejo de Co­munidades Indígenas de Río Negro es soltera y tiene un hijo de 16 años, Fabián.

Su curriculum incluye estu­dios de Agronomía en la Uni­versidad Austral de Chile, la vicepresidencia del Instituto de Cultura Ciencia y Tecnología Mapuche Huilliche y la presi­dencia de la Corporación Cideri.

Actualmente, su trabajo profesional lo vuelca a la for­mulación de proyectos para las comunidades indígenas, labor que inició en San José de La Mariquina y Lanco y ha conti­nuado en esta provincia.

Y aunque asegura que no lo utilizó como estrategia de cam­paña, es una activa usuaria de twitter (@cpailalcf) y muestra una gran capacidad para expla­yarse sobre los grandes temas pendientes en materia de rei­vindicación de los derechos de los pueblos indígenas y parti­cularmente del mundo mapu­che huilliche.

-¿Qué le parece haber logrado la segunda mayoría del país, con más de dos mil votos?

-Me parece muy bueno, más aún con el complejo escenario que tuvimos durante las votaciones. Porque el procedimien­to que realizó Conadi la verdad que es bastante cuestionable. Hubo una gran ausencia por parte de la corporación y se vio mucha descoordinación con algunos municipios. Además, el padrón estaba muy mal elaborado; perdimos mucha gen­te que no pudo votar, porque no estaban inscritas en el pa­drón. Nosotros tenemos un ca­tastro en base a llamadas tele­fónicas que indica que no pu­dieron votar cerca de 600 per­sonas correspondientes sólo a la provincia de Osorno. Ade­más, la elección de consejeros también coincidió con las pri­marias de la Democracia Cris­tiana y el festival campesino. Afortunadamente, al margen de esos problemas, conté con el apoyo de autoridades tradi­cionales, comunidades indíge­nas y dirigentes sociales. Hubo muchos actores preocupados de este proceso.

-¿Y le deja una sensación negati­va haber obtenido el triunfo en una elección tan cuestionada?

-En este proceso tuvimos que nadar contra la corriente, por­que uno desde el propio movi­miento mapuche huilliche tra­ta de lograr que las cosas se ha­gan o garantizar procesos ade­cuados de acuerdo a la norma. Fue un proceso complicado, porque había que hacer cam­paña en un lugar tan amplio entre la Región de Los Ríos y Los Lagos y ahora también se van a unir algunas zonas de la Región de Aysén. Entonces no podemos llegar a todo el terri­torio por tiempo y dinero.

RESPONSABILIDADES

¿Cree que hubo un poco de intencionalidad en este tema, lo que fi­nalmente contribuyó para que haya una disminución de los vo­tantes?

-Sí, da la sensación que es así, y partiendo por la propia Corporación Nacional de Desarrollo Indígena. Mucha personas no sabían en qué fecha se realiza­ban las elecciones y sólo estaban enterados de que cada cuatro años se elige un consejero, pe­ro no sabían cuándo. Los inte­reses políticos (la jornada coin­cidió con las Primarias de la DC) también intentaron pri­mar sobre los de las comunida­des indígenas. Eso es lamenta­ble, porque con esto se da a en­tender que no somos prioridad en este país para los partidos políticos y el Gobierno y no existe voluntad tampoco para mejorarlo. Se trata de una se­ñal de alerta que hay que con­siderar.


Fotografía: Claudia Pailalef | Bernardo Arriagada

-¿Cuáles son los temas priorita­rios a trabajar cuando asuma co­mo consejera?

-Primero que todo como pue­blo mapuche huilliche no va­mos a ceder en ningún punto todo lo ganado. Nos parece ho­rroroso, de una contrariedad enorme, que los pocos recur­sos que maneja Conadi para implementar políticas públicas no estén ejecutándose. Es la­mentable jugar con la gente, porque el dinero aprobado por el Gobierno durante el 2010-2011 fue devuelto a las arcas fis­cales. Hoy se puede ver una institucionalidad limitada, pe­ro creo que hoy la señal más clara es que se está jugando con la gente. Hoy son muchas las familias que tenían puestas sus esperanzas en llegar a ocu­par los programas que tiene Conadi. Un ejemplo claro de ello son los fondos de tierras y de aguas y las reivindicaciones de las tierras mapuches. Tam­bién hay un tema pendiente en cuanto al derecho, pues nues­tra misión como pueblo mapu­che huilliche es que se avance en materias como el reconoci­miento constitucional y la crea­ción del Consejo de Pueblos In­dígenas. Queremos una políti­ca pública más participativa y entregar la oportunidad tam­bién para que los pueblos origi­narios puedan crecer.

-¿Y qué es lo más prioritario?

-Es prioritario el reconocimien­to de nuestros derechos como pueblo mapuche de acuerdo a los estándares del Derecho In­ternacional, el Convenio 169 de la OIT y Declaración de las Na­ciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas. Eso tiene que ir sí o sí. Y a largo plazo los lemas de políticas publi­cas indígenas, como el fortale­cimiento de Conadi. En la ley de presupuesto tiene que esti­pularse claramente que el pre­supuesto para las comunida­des indígenas tiene que llegar a la zona y ejecutarse. Además, este presupuesto ha crecido so­lo un 0,35% y se ha focalizado para aumentar el presupuesto para tierras y aguas. Además, tenemos que fortalecer la uni­dad de medio ambiente, por­que muchos territorios tienen conflictos ambientales y hoy la Conadi debe responder, por ejemplo con la generación de energías renovables a los pro­blema que tenemos en nuestra zona. En materia de educación se debe fortalecer la beca indí­gena, pues las comunidades tienen claro que este ha sido un puntal muy importante para que hoy más jóvenes puedan acceder a este beneficio en la educación superior. Sumado a eso y considerando que soy una dirigente joven también me gustaría potenciar los hoga­res estudiantiles, porque hay que abrir los espacios a la edu­cación, que es un derecho. Otra de las cosas que pienso ha­cer en esto cuatro años es revitalizar y rescatar nuestra len­gua mapuche huilliche.

MORTALIDAD MAPUCHE

-Recientemente se dio a conocer un estudio que muestra que la ta­sa de mortalidad de los mapuches en Osomo duplica a la de la pobla­ción no indígena. ¿Qué le parece?

-Son cifras que nosotros veía­mos venir. Hemos señalado que hoy las comunidades ma­puches están en notable aban­dono, y nosotros percibíamos que la tasa de mortalidad es más alta. También observába­mos que el cáncer podía arro­jar altos índices. Hemos visto que el Ministerio de Salud tam­poco ha sabido mirar con una buena política hacia los pueblos originarios. Especialmen­te en zonas rurales donde se concentra una buena parte de las familias indígenas. Hay que tener un cambio en nuestro es­tilo de vida y de alimentación, porque además no tenemos la oportunidad de poder desarro­llar la medicina y llevar nues­tra cultura especialmente a zo­nas urbanas. Entonces eso muestra un desequilibrio de nuestra cultura, de nuestro en­torno. Desde la mirada de nuestra cosmovisión esto alte­ra los procesos, el ser mapu­che.

-Sabemos que tiene cuenta en Twitter y Flickr. ¿Usará esas he­rramientas tecnológicas como consejera?

-Para la campaña los use poco, porque pensé que podía ser un arma de doble filo. Porque ade­más como todo fue adverso, no quería hacer política porque me podían ver los demás con­trincantes, militantes de parti­dos políticos, porque yo no soy muy querida por ellos, ya que siempre he estado en el otro la­do y por lo mismo me he gana­do muchos enemigos. Ahora sí, el tema de las redes sociales es una herramienta muy im­portante para potenciar nues­tro trabajo.

-¿Entiendo que no es militante de algún partido político?

-No, de ninguno. Pero tengo el corazón rojo.

Fuente: Diario Austral de Osorno (22.01.2012) [Requiere registrarse en «El Mercurio S.A.P.»]

Tamün srakisuam
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