Video: chaildad
DOMITILA CUYUL
Oficio: Maestra de Paz Williche
En el sector de Chaildad, distante 40 kilómetros de Quellón, por un camino interior llamado «Los Filipinos», se encuentra la vivienda de mediagua, de la Maestra de Paz de la comunidades Williches, Domitila Cuyul, En su entorno se puede apreciar un Arco de construido con ramas de Laureles y Canelos, que se entrelazan y que sirve de Ceremonial o Ritual para las festividades y Ceremonias Williches, propias de su raza. Este «arco patriarcal», erigido en un lugar santo, está hecho, para cuanta rogativa o ceremonia se necesite. Según ella representa el peregrinar del pueblo israelita por el desierto, en tiempos bíblicos.
Su deambular por la vida Williche, lo hace acompañado de su nieto que le colabora en los quehaceres. A sus 84 años de vida, ha visto crecer y declinar la cultura Huilliche. Conoció a varios caciques, desde Antonio Huenteo, Estanislao Chiguay de Yaldad y a José Santos Lincomán Inaicheo, como así mismo a Carlos Lincomán.
Su relato deja de manifiesto, desde un principio que estaba designada por «Chau Ngenechen», para ejercer el sagrado don, de ser la «maestra de paz» de su pueblo y asistir a cada rito que el pueblo williche, efectúa. «Doña Domi», lo consagra, con «romancias» y cantos ancestrales que guarda con celo, para sus rituales y ceremoniales; «envestidura de loncos», «rogativas de marina y terrenales», o en el «wetripantü», que se realiza anualmente el día 23 de junio, cuando renace la tierra.
En estas ceremonias, a parte de su carácter comunitario, son también festivos, donde se comparte el alimento junto a la música del pueblo williche. Aprendió las artes de las ceremonias, del maestro de paz, -de ese entonces-, del cacique Juan de Dios Chequián de temuco, a pedido del cacique general Fermín Lemuy, quién visitó a la comunidad de Yaldad, en el distrito de Quellón. Su padre adoptivo cancelo con el costo de una vaquilla, que tuvo, que vender para que Domitila pueda estudiar la lengua y conocimientos Williches, desde los 8 años y se prolongaría hasta los 12 años de edad.
Ella, es un legado de sabiduría y conocimiento para su pueblo, que a pesar del tiempo, su oficio de «Maestra de Paz», de las comunidades Williches de Chiloé, permanece incólume en nuestro territorio chilote.