Imagen: Unión del Ranco
La búsqueda de materias primas, de recursos naturales que explotar, de mano de obra barata y de las condiciones óptimas para avanzar por la senda del crecimiento económico y la competitividad en el mercado, son las razones que llevan a las empresas energéticas a implantarse por todo Chile. Y, por supuesto, también en muchos territorios indígenas.
Es el caso de la central hidroeléctrica Osorno, proyecto que fue aprobado por la CONAMA el 3 de julio de 2009. La represa, que comienza su etapa de construcción, está ubicada en el río Pilmaiquén justo en el límite de las regiones de Los Ríos y de Los Lagos (comunas de Río Bueno y Puyehue, respectivamente). La problemática radica en que hay 3 comunidades mapuche-huilliche que usan continuamente un complejo sagrado compuesto por espacios ceremoniales, el río Pilmaiquén y dos cementerios (uno inmemorial y otro en uso). Además en ese lugar habitan 2 entidades tutelares que son Kintuante y Kilenwentru. Por lo tanto los significados culturales, espirituales y religiosos de los indígenas se ven amenazados por el impacto del proyecto, según los indígenas y expertos, cuyas opiniones veremos más adelante.
Pero ¿Quiénes están detrás de ésta hidroeléctrica? La respuesta es simple: Empresa Eléctrica Pilmaiquén S.A. y el directorio de la compañía, según la Superintendencia de Valores y Seguros, lo integra Francisco Courbis Grez (presidente), Claudio Valdés González, Julio Gálvez Boizard, Alvaro Güell Villanueva, Enrique Guzmán Blanco, Bruno Philippi Irarrázaval y Hernán Büchi Buc (para más detalles de los dos últimos directivos, ver recuadros al final).
EL PROYECTO
Pilmaiquén S.A. planea operar 3 centrales en el mismo río: central Rucatayo (51 MW, en construcción y aprobada por la CONAMA en 2006), central Los Lagos (53 MW, aprobada por la CONAMA en 2009) y la ya mencionada central Osorno. Además, en dicho cauce, opera la antigua Central Pilmaiquén −que era parte de Empresa Hidroeléctrica Pilmaiquén S.A., antigua razón social de Pilmaiquén S.A. antes de ser privatizada− la que fue vendida a ENDESA (hoy propiedad de la italiana ENEL) en 1999.
Según la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) de la CONAMA, el proyecto consiste en la construcción de una central de “pasada” que generará 58,2 MW de potencia, del tipo pie de presa, con una generación de energía media anual aproximada de 349 GWh. La Central aprovechará las aguas del río Pilmaiquén, aguas arriba del puente Trafún, y tendrá un caudal de diseño de 200 m3/s. Las aguas serán embalsadas mediante una presa de 39,8 mts. de altura, la que formará un embalse de aproximadamente 18 kms. de largo y de 302,38 hectáreas aproximadamente.
Respecto de la línea de base de Patrimonio Cultural, uno de los puntos más controvertidos del proyecto, hay muchas dudas y fuerte oposición a la iniciativa energética por parte de los mapuche huilliche de la zona. Las comunidades de Maihue–Carimallin, El Roble–Carimallin y Mantilhue llevan más de dos meses en toma de los terrenos ancestrales y desde entonces han sufrido dos violentos intentos de desalojo. La vocera y machi mapuche de Maihue–Carimallin, Millaray Huichalaf, subraya que los carabineros han usado helicópteros y bombas lacrimógenas y no han cesado la vigilancia: “De momento somos 3 comunidades las que estamos llevando el proceso de reivindicación de tierras, pero son más de 21 comunidades que se ven directamente afectadas, ya que son 18 kilómetros de largo que inundaría la central Osorno”.
−Supe que había comenzado la tala de árboles…
−Sí. Ni siquiera respetan la Ley Indígena y menos los tratados internacionales−explica la machi.
− ¿Y qué van a hacer?
−Lo único que nos queda es recurrir a instancias internacionales. Aún no lo hemos hecho, pero pronto lo vamos hacer, ya que en Chile la garantía que existe hacia los pueblos originarios es nula. La única respuesta que da el Estado a la problemática mapuche es cárcel, represión y muerte.
PUERTAS DIMENSIONALES
En el área impactada, como ya adelantamos, hay sectores con características divinas de especial importancia para los huilliche. Rodrigo Moulian, antropólogo e investigador, explica el significado de los sitios: “Es un complejo sagrado donde hay distintos componentes: hay un cementerio que está en uso; un antiguo guillatuwe [lugar donde se realizan rituales]; dos renü, que son cuevas que presentan la capacidad abducir a las personas, espacios liminales (*) a través de los cuales se puede pasar de una dimensión a otra del wallontumapu (universo mapuche); una antigua vertiente que va hacia el río; el propio río que es un espacio a través de cual viajan los espíritus, una especie de anfiteatro natural donde se mueven éstas entidades espirituales que son Kintuante y Kilenhuentru. Por lo tanto es un conjunto de elementos que constituyen un paisaje sagrado el que se ve amenazado”.
Moulian añade que el sitio no fue escogido al azar, porque tiene cualidades únicas: “Allí, donde está el cementerio y ubicada la morada de estos espíritus [Kintuante y Kilenwentru], uno puede ver directamente el volcán Osorno. De modo que se trata de un emplazamiento en relación hacia los elementos naturales que tienen significados culturales, espirituales y religiosos para el pueblo mapuche huilliche que se ve amenazado por este proyecto. Hay un cementerio en uso que no se ve amenazado directamente por el agua, pero éste no es un espacio aislado sino que se encuentra en relación a otros componentes que es la presencia de estos espíritus tutelares”.
El antropólogo enfatiza en el “uso ritual continuado” que le dan las 3 comunidades a dichos espacios sagrados. En otras palabras, esta utilización a través del tiempo lo catapulta como el sitio sagrado más importante de la comuna de Río Bueno y quizás de la Región. “La continuidad de las prácticas religiosas tradicionales nos muestra que este es un espacio de uso ancestral inmemorial, de modo tal que no es necesario mostrar títulos que acrediten el dominio, porque hay un uso cultural continuado. La constitución [de la propiedad] luego de títulos de dominio obviamente no es consistente ni coherente con esas prácticas culturales no consuetudinarias, porque es inconcebible que un mapuche haya podido vender un espacio que es sagrado. Claramente las comunidades no han enajenado voluntariamente la propiedad de ese espacio. Por lo tanto, es altamente discutible cómo se ha constituido la propiedad legal sobre ese lugar, cuando en la práctica hay un uso continuado”.
Por su parte el historiador, Martín Correa, expresa que la inundación de los sitios sagrados supone un problema grave para la identidad huilliche: “Estamos ante un conflicto que es mayor. Tiene que ver con la muerte de un pueblo, pues, no estamos hablando sólo de tierras. Hablamos de que se pretende inundar un espacio sagrado para el pueblo mapuche, un espacio que le da identidad, un lugar que permite que exista medicina tradicional. En la medida que ese espacio sea usurpado, que ya no se pueda acceder porque sería inundado, muere la medicina y el pueblo mapuche. Estamos comenzando a presenciar una situación similar a lo que pasó en Ralco. Allí se inundó todo el territorio de las comunidades pehuenches y hoy esas comunidades están engrosando las filas marginales de las ciudades y como pueblo quedó destrozado”.
En este punto Correa coincide con Moulian: “En estos momentos su intervención supone un proceso de desestructuración cognitiva que amenaza incluso la salud de quienes viven allí, porque es toda su visión de mundo la que se ve amenazada. Es un atentado contra sus derechos culturales y religiosos y contra su modo de ver el mundo. Claramente repercute en términos afectivos y por lo tanto a la salud de los miembros”, despeja el antropólogo.
La machi Huichalaf reflexiona respecto de lo que significa para su pueblo la instalación de la represa: “Hago un llamado urgente a la nación mapuche y al pueblo chileno a hacerse parte de este proceso de recuperación y a enfrentar a este sistema imperante que nos tiene sumidos en la miseria.
− ¿Qué harán a futuro?
−De momento la movilización continúa. Además, hay una coordinación entre nosotros y pronto se van a dar a conocer más movilizaciones. Por lo tanto, se va expandir el mal llamado conflicto mapuche. No nos queda otra que resistir.
MSM
LHG
(*) En Psicología: Perceptible por los sentidos, que queda dentro de los límites de lo que se puede percibir conscientemente.
HERNÁN BÜCHI BUC
Ingeniero civil en Minas, fue ministro de Hacienda desde el 12 de febrero de 1985 hasta el 3 de abril de 1989, cuando renunció para postular como candidato presidencial. Su período como máxima autoridad de la política económica que se aplicó en Chile en ese período, coincide con la fecha en que se realizó el proceso de privatización de las que fueron grandes empresas del Estado de Chile.
Fue subsecretario de Economía (1979), subsecretario de Salud (1981) desde donde tuvo un rol clave en la privatización del sector. El 10 de agosto de 1983 pasó a ser ministro Director de Odeplan. Estuvo en ese cargo hasta el 8 de mayo de 1984, cuando -tras la crisis de 1983- fue nombrado superintendente de Bancos e Instituciones Financieras. El 12 de febrero de 1985 asumió como ministro de Hacienda.
Junto a José Piñera Echeñique y Miguel Katz fue uno de los ideólogos del Plan Laboral -en vigencia desde 1979- y de la Reforma Previsional que se empezó a aplicar en mayo de 1981. Participó activamente en la Reforma de la Salud y fue el máximo conductor del proceso de privatización de las empresas públicas emprendido entre 1985 y 1989.
Büchi estuvo muy vinculado a la privatización de las empresas eléctricas y muy interesado en la privatización de la Compañía de Acero del Pacífico, CAP. Entre 1979 y 1981 fue vicepresidente de esa compañía. Fue al mismo tiempo, director, vicepresidente y presidente de empresas públicas desde mediados de los ’70. En 1975 hizo su primera incursión en el directorio de una empresa estatal cuando asumió como director suplente de la Industria Azucarera Nacional (IANSA). En 1978 integra el primer directorio provisional de la Compañía de Teléfonos, después de la intervención. En 1979, siendo vicepresidente de la CAP, Büchi asumió como vicepresidente de ENDESA. En diciembre de ese año, fue designado subsecretario de Economía. Se mantuvo como vicepresidente de ENDESA hasta 1982, cuando ascendió a presidente de la empresa, mientras era subsecretario de Salud. Acompañó a Büchi en ENDESA, el yerno del general Pinochet, Julio Ponce Lerou, como vicepresidente. Ambos estuvieron hasta la crisis de 1983.
Bajo el mandato de Büchi en ENDESA, se efectuó la división de la empresa en filiales. Fue el paso previo a la privatización, que tras el freno impuesto por el colapso del ’83, retomó la recta final a partir de 1985, bajo la batuta de Büchi como ministro de Hacienda.
Büchi es desde 1994 presidente de la empresa Lucchetti del grupo Luksic, miembro del directorio de Falabella, Madeco, y de COPESA, todas empresas clasificadas como grandes, donde sus gerentes generales reciben sueldos líquidos mensuales superiores a los $10 millones.
Después de su derrota electoral se retiró a la vida privada, sin volver a intervenir activamente en política. A partir de 1990 ha prestado asesoría a diversos gobiernos de América Latina, Europa oriental y Asia en el diseño y manejo de política económica.
En 1990 fundó el Instituto Libertad y Desarrollo, cuyo objetivo es el análisis de los asuntos públicos promoviendo principios neoliberales, asumiendo la presidencia de su directorio y la dirección del Centro de Economía Internacional.
BRUNO PHILIPPI IRARRÁZAVAL
Ingeniero civil, asesor de Hernán Büchi, cuando éste fue ministro de Hacienda y uno de sus mejores amigos. Fue secretario general de la Comisión de Energía entre mediados de los ’70 y 1984. Se le considera uno de los cerebros de la privatización de las empresas y de las medidas que apuntaron a la jibarización de la Universidad de Chile. Uno de los diseñadores de la privatización de la electricidad y -también- uno de los primeros en privatizar la planta Pilmaiquén que inauguró esta nueva modalidad.
Su participación en la venta y en la compra de la central hidroeléctrica Pilmaiquén fue uno de los primeros episodios polémicos del proceso privatizador. Desde 1990 fue el presidente de la privatizada Chilgener (Compañía Chilena de Generación Eléctrica), actualmente llamada AES Gener S.A., donde su gran amigo Juan Antonio Guzmán Molinare se desempeñó como gerente general.
AES Gener S.A. es la segunda en términos de generación eléctrica, después de ENDESA en Chile. Philippi, a la vez, preside o es director en otras empresas en las que el grupo tiene participación, tanto en Chile como en otros países de América Latina. Así, es el presidente de Gener Intemacional, de Chivor SA constituida en Colombia en 1996, vicepresidente de Gener en Argentina, miembro del directorio de Energy Trade and Finance Corporation. Asimismo, integra el directorio de Merchant Energy Group of the Americas lnc. En todas esas empresas participa también Copec, una de las mayores empresas privadas del país.
En la Memoria de Copec no se señala cuánto perciben los integrantes de los directorios, como tampoco los sueldos de los ejecutivos. Pero a la luz de encuestas y estimaciones efectuadas por empresas consultoras se puede estimar que el gerente general, sería del orden de los 10 a 12 millones de pesos al mes. También fue presidente y consejero de la Sociedad de Fomento Fabril (SOFOFA) y su hermano, Cristóbal es actualmente el secretario general.
Fuente: Unión del Ranco (16.11.2011)