¡Fill püle powüpe ta fa!

Yo me siento e identifico con el mundo mapuche, soy mapuche. Sin embargo, como muchos me case con una mujer chilena a la cual amo y respeto pero con quién discuto un tema esencial: de identidad. Para ella mi hijo no es mapuche sino un porcentaje por lo que es chileno. O champurria como los mismos mapuches nombran a quienes son mestizos.

La verdad, el tema de identidad va más allá del origen es una cuestión de: sentimiento, de pertenencia, de identidad, de alma, pero también de algo que se construye en el tiempo.

Ser mapuche para mí es tener un: origen, una historia, un relato, una familia, un orgullo, una cosmovisión y es lo que espero entregarle a mi hijo. Ya no se trata de heredarle una nación como muchos proclaman o dos apellidos como alegan los indigenistas y radicales. Sino las herramientas sociales, culturales, económicas, educacionales y principios que él  puede entender, asumir y desarrollar.

Mi hijo nació con: BlackBerry, iPhone, notebook, televisión satelital. En una casa con termo paneles y techo de tejuela asfáltica, con alumbrado subterráneo y en una clínica privada. Pero todo eso no lo hace mapuche sino un afortunado que debe: adaptar, convertir, proyectar y compartir con sus congéneres para avanzar y conquistar espacios sin perder su origen y orgullo: mapuche.

Todos los días recorro la ruralidad para llegar a mi oficina y oportunidad que tengo llevó a mi hijo deteniéndome en cosas que para muchos mapuches son el común de su vida: ver una vaca rumiar, a los corderos caminar en manada, tocar las hojas de los pocos árboles nativos que existen en la ruta, apreciar los colores de gallinas y gallos en la orilla. Porque entiendo que la escencia del mundo mapuche es su tierra y lo que cría en ella, pero también entiendo que debemos cambiar nuestro modelo de desarrollo y mirar la vida, buscar la rentabilidad sin perder raíces, porque no son dos paralelas nunca lo han sido.

Yo soy mapuche, Inche Kay Mapuche, y sueño el desarrollo y crecimiento de mi gente, me molesta el sedentarismo y la flojera, desprecio a aquellos que viven del mundo mapuche buscando su pobreza y fomentando la cultura subsidiaria. Me encantaría que personas mapuches preparadas: profesionales, técnicos, empresarios se la jugarán por nuestra identidad y entre todos construyéramos una nueva etapa en nuestra escala social, para que así nuestros hijos, mi hijo puedan compartir con sus pares en lenguaje en común y no partir de cero.

El gran desafio para los mapuches urbanos que han ganado un espacio en el mundo no mapuche es encontrar a tus pares que quieran avanzar y no retroceder, ya que para eso uno trabaja. Y es quizás la disyuntiva que viven miles de profesionales mapuches frente a la postura radical de los líderes actuales del movimiento mapuche. Si ya usamos zapatos por que debemos dejarlos si podemos caminar más firme , rápido y seguro. Y seguimos siendo mapuche.

La Araucanía Patagónica es Territorio Mapuche: un paraíso para compartir con nuestros compatriotas por que no olvido que soy chileno de origen mapuche y es  entre todos que debemos construir nuestro futuro.

Víctor Melinao
Director
Mapuchenews
mapuchenews@gmail.com

Fuente: Mapuchenews


Nota: Se han destacado algunas ideas.

Tamün srakisuam
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