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Imagen: Diario Austral de Osorno

Con el propósito de esclarecer cómo se aprobó la construcción de una central hidroeléctrica en el río Pilmaiquen y las consecuencias negativas que esto podría traer para las comunidades mapuches de la zona, el diputado demócratacristiano Sergio Ojeda, quien además es presidente de la comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja, pidió a la ministra del Medio Ambiente, María Ignacia Benítez, que le «informe e indique todos los pasos y las gestiones que se han realizado, tanto en forma provisoria como definitiva, para conseguir la aprobación de la construcción de la central».

El parlamentario solicitó además que se le entregue el estudio de impacto ambiental realizado por Ingendesa y todo lo que se refiere a las consultas realizadas a las comunidades y las opiniones entregadas por los jefes de las comunidades indígenas de la zona.

«Esto se ha pedido a través de un oficio de fiscalización y con carácter de urgente, dada la rapidez con que se está llevando a cabo la gestión para la construcción de esta represa y central hidroeléctrica en Pilmaiquen», sostuvo Ojeda.

Lo anterior, tras las diversas movilizaciones que han desarrollado grupos indígenas afectados, siendo una de las más potentes la realizada el 11 de abril, cuando marcharon en Río Bueno.

Esteban Vera, werquen de la comunidad Maihue-Carimallin, sostuvo que ellos son la comunidad más afectada si es que se construye la central hidroeléctrica, porque inundará un complejo religioso y ceremonial denominado Ngen Mapu Kintuante, existente cerca de la ribera norte del río Pilmaiquén. «Si se llegara a concretar la central, quedaría totalmente bajo las aguas, creando un verdadero genocidio cultural de la fe y religiosidad mapuche», argumentó Vera.

ESTUDIO

Si bien el proyecto ya está aprobado, faltan algunos detalles, por lo que las comunidades de Maihue, el Roble, y Mantilhue explicaron que no se habría respetado el convenio 169 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) -que ratificó Chile en 2009- cuando se realizó el estudio de impacto medioambiental del proyecto central hidroeléctrica Osorno, una de las tres iniciativas de la empresa Pilmaiquen S.A. en la zona.

«No lo respetó porque jamás se nos consultó, sino que se les preguntó sólo a personas que tienen cargos reconocidos, como la antigua comunidad indígena que existía en el sector y a un caballero que es evangélico, por lo que él nunca dio a conocer el conflicto o las consecuencias que traería este proyecto y cómo nos afectaría. Él no entiende la cosmovisión mapuche y nuestra religión», agregó Vera.

El dirigente reiteró que seguirán manifestándose a través de marchas, pues sostuvo que la empresa no se ha hecho partícipe ni se ha referido a las medidas que las comunidades han anunciado de forma pública.

Ojeda agregó que «los grupos empresariales siguen sobreponiendo sus intereses por sobre el patrimonio de las comunidades mismas y los intereses culturales y espirituales de la Región. Además, no se ha tomado en cuenta ni se respeta el Convenio 169 de la OIT, que obliga al Estado a consultar y considerar la opinión de las comunidades indígenas cuando se ven afectadas por alguna medida administrativa y legislativa».

Fuente: Diario Austral de Osorno (02.05.2011)

Tamün srakisuam
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