Pensando en el rescate de la cultura mapuche se abrirá pronto -en dependencias de la ex biblioteca de población Schilling- la primera ruca urbana de Osorno. Y fue la Asociación Indígena Amuayen Muntu, quien recibió en comodato el inmueble ubicado en la población Schilling por parte del municipio junto con la responsabilidad de trabajar en la conservación de las raíces de este pueblo.
Acerca del proyecto, su presidente Marcelino Vega, señaló que esperan trabajar con gente joven y también con adultos mayores, buscando cubrir diversos aspectos de la enseñanza de esta cultura, por ejemplo la lengua originaria, sus danzas y cosmovisión. «Nosotros queremos trabajar con el municipio, porque adquirimos un compromiso con el alcalde (Jaime Bertín) quien dijo nos iba a ayudar, así es que queremos aprovecharlo».
Esta asociación la componen más de 300 personas, provenientes de 13 comunidades, quienes también están trabajando por conseguir viviendas y formar una población indígena con casas tipo rucas. «Queremos trabajar lo más que se pueda para sacar provecho de este espacio que nos dieron», explicó Vega, colocando hincapié en que espera hermosear el lugar, ampliarlo y cambiar la imagen.
CIDERI
Una iniciativa que se suma al Centro de Desarrollo Indígena (Cideri), ubicado en la Ruta U-40 camino al mar, que nació con el mismo fin pero al que le ha costado dar frutos, algo que se espera dé un giro tras la elección de una nueva directiva, que se propuso levantar el proyecto. Se trata de uno de los primeros espacios para el desarrollo indígena que se abrió en Osorno. Crisóstomo Vera, vicepresidente de la nueva directiva, explicó pronto esperan que les llegue su personalidad jurídica para ejecutar los proyectos que tienen en mente, que van desde armar un albergue para personas del sector rural, hasta abrir un espacio para el intercambio de productos.
«Habría que acondicionarlo, porque el estado en que se encuentra no es el óptimo. Hay que hacer arreglos y ver el tema sanitario», apuntó Vera, quien agregó que, ahora, estudian las instancias para conseguir fondos y llevar a cabo las mejoras. «Esta organización se estructuró para hacernos cargo de cerrar el perímetro y brindar seguridad, porque en las condiciones que se encuentra no es seguro, ya que vándalos han hecho destrozos» , detalló el dirigente del Cideri.
El abandono del lugar se debía a que no se llegaba a acuerdo entre las comunidades sobre la administración.
Fuente: Diario Austral, 18.05.2010