Imagen: Diario Austral
«La interculturalidad tiene que gestarse desde la escuela, porque es la que hizo posible que la lengua mapuche se dejara de hablar y me parece muy bien que este organismo del Estado le esté devolviendo la oportunidad a la gente para que pueda aprender nuestra lengua», señala Anselmo Nuyado, uno de los pocos hablantes de la lengua originaria en la zona, llamada chezungún, que corresponde a una variante local del mapudungún.
Y es que el programa de Educación Intercultural Bilingüe (EIB) viene a subsanar en alguna medida este problema, a través de la incorporación del chezungún en las salas de clases de los establecimientos educacionales que cuentan con un gran número de estudiantes de origen indígena, y en el caso específico de Osorno, mapuche huilliche.
Una palabra que describiría a nuestro país es «diversidad». Un concepto que se refuerza aún más cuando hablamos de culturas originarias. Chile es multicultural y plurilingüe, es decir que, en esta larga y angosta faja de tierra, convergen una variedad de culturas y sistemas lingüísticos.
8 ETNIAS
El Estado chileno, a través de la promulgación de la ley N° 19.253 en el año 1993, reconoció la existencia de 8 etnias que son mapuche, aymara, rapa nui o pascuense, likay antai, quechua, colla, kawashkar o alacalufe y yamana o yagán. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) -a través del último Censo- 692.192 personas reconocen ser indígenas en Chile. Puntualmente en la Región de Los Lagos, éste número alcanza los 101 mil 700 personas. Es decir, los indígenas de la zona son el 14, 7% del total nacional y la tercera Región con mayor presencia indígena en Chile.
A raíz de ello nació una gran necesidad por dar cobertura a las necesidades educacionales de la población indígena de Chile. Ahí nació EIB, que pretende dar una solución desde la base a la desaparición de las lenguas ancestrales.
EIB EN OSORNO
El encargado del programa de Educación Intercultural Bilingüe del departamento provincial de Educación, Sergio Cheuquepil, señaló que en la Región de Los Lagos, la iniciativa está concentrada particularmente en Osorno y se encuentra adscrito a 29 escuelas básicas y un liceo, donde a partir de este año se está trabajando la lengua indígena.
En cuanto a la manera de acceder a este programa, Cheuquepil explicó que «el criterio de selección tiene que ver con que el establecimiento tenga un porcentaje significativo de alumnos mapuches, idealmente el colegio también debe estar apoyado por una comunidad indígena, debe estar inserto en un territorio focalizado por el programa Orígenes y que cuente con docentes mapuches. Y, por supuesto, que hayan ganas de participar, porque no es obligatorio. Ellos por su voluntad se les ofrece la posibilidad de incorporarse al programa».
De esta forma, a través del programa de Educación Intercultural Bilingüe y el programa Orígenes de Conadi (Corporación Nacional de Desarrollo Indígena) pusieron hincapié en las escuelas desde el año 2001 a la fecha, pero finalmente el proceso se llevó a cabo en tres etapas.
La primera focalización se dio en el año 2001, donde se incorporaron 12 establecimientos; en el 2006 fueron 11 más y el 2009 se focalizaron los restantes, llegando a ser 30 las escuelas incorporados en la provincia y que desde el próximo mes deben estar enseñando chezungún en sus aulas, por lo menos en primero básico, donde se iniciará la implementación para posteriormente ir desarrollando el programa en otros niveles.
«El programa se ha ido implementando de manera gradual en las escuelas hasta conseguir solidez. A partir de 2010, todas las escuelas están llamadas a implementar el sector de lengua indígena que creó el Ministerio de Educación en 2009», dijo.
EDUCADORES TRADICIONALES
Cheuquepil explicó que lo ideal sería contar con docentes que tuvieran el conocimiento para poder enseñar la lengua originaria, pero no existen. Es por ello que nació la figura del educador tradicional, que corresponde a una persona perteneciente a alguna comunidad mapuche, quien debe tener los conocimientos suficientes para llevar a cabo esta labor educativa.
Sin embargo, no poseen la preparación de un profesor, es decir, las técnicas pedagógicas. De todas maneras, creen que se verá subsanado con la presencia de un profesor que apoyará la labor del educador tradicional dentro del aula.
«Cada escuela tiene uno nombrado y trabaja todos los conocimientos culturales y la lengua. A la fecha de hoy, al menos 10 de la 30 escuelas tienen validado su educador tradicional, porque de mayo a diciembre, según el proyecto que aplican cada año, deben empezar a implementar este sistema de lengua indígena». Ante esta situación, Cheuquepil sentenció que a fin de mes deben estar todos nombrados para partir con la enseñanza del chezungún.
Según la experiencia de Anselmo Nuyado, quien se dedica a hacer clases desde el 2005, -fecha en que sacó un diplomado en la Universidad de Los Lagos, financiado por Conadi-, «deben enseñar los que saben hablar la lengua y para ello deben salir de las comunidades, pueden ser jóvenes, ancianos, sabios o quimches. Gente que hable la lengua y esté en condiciones de enseñarlo dentro y fuera de la escuela. Es muy bueno que lo estén haciendo los educadores tradicionales».
El profesor de la escuela de Mantilhue y Bahía Mansa, explicó que «nosotros sabemos cómo enseñar la lengua. La metodología que utilizamos se llama nütram, que es mejor para enseñarla, que los enfoques metodológicos que tiene la lengua castellana, porque es un diálogo horizontal y transversal donde se utiliza un modelo discípulo maestro, que es el quimche. Se trata de un sabio, no de un docente y en su calidad de sabio transmite e irradia su experiencia, el valor que le entrega la lengua», dijo.
LO QUE FALTA
argin: 0px;»>Pero como todo, el programa aún es perfectible y una de las cosas que se pueden mejorar son los tiempos dedicados a enseñar la lengua originaria, que según explicó Nuyado debería equiparase al tiempo que se le entrega a la enseñanza del castellano. «Para aprender castellano están las condiciones, los alumnos están expuestos al idioma todos los días, pero con el chezungún no es así, debe haber más condiciones para que los niños puedan aprender», explicó.
«Nosotros no estamos facultados para evaluar, solo se hace motivación y se puede apreciar si están aprendiendo o no. Esto responde a las debilidades que tiene la sociedad chilena y la mapuche, porque al winka hasta ayer le importaba muy poco la lengua y la cultura en la escuela, esa es una debilidad del racismo y la dificultad para aceptar la diversidad. Nosotros no tenemos la capacidad técnica ni política para imponer nuestro criterio, si tuviéramos un movimiento indígena fuerte como el de Ecuador o Bolivia, otra sería la historia», sentenció Nuyado, quien por lo demás está satisfecho con que se creen estas instancias.
Fuente: Diario Austral de Osorno, 26.04.2010