Fotografía: Alcalde Carlos Schwalm y Humberto Guidotti | Municipalidad de Río Negro
Gran relevancia mediática tuvo el pukem pasado el caso de Diego Aucapán Llancar, pichiwentru de 10 años que producto de una hepatitis tuvo que ser trasladado de urgencia a través de la füta mawisam desde caleta de Huellelhue para poder llegar a la ciudad de Osorno. Quedó entonces en evidencia el aislamiento de la zona costera de la comuna de Río Negro y la necesidad de contar con vías terrestres para atender adecuadamente emergencias médicas. Sin embargo, de construirse el camino que efectivamente se necesita, es altamente probable los dueños legales de las tierras cordilleranas exijan el desalojo judicial de las familias -mapuche y no mapuche- “beneficiadas” con la eventual llegada del camino.
Como se recordará, a fines de julio del año pasado, se realizó el rescate del pichiwentru Diego Aucapán Llancar que obligó a funcionarios del Cesfam de Río Negro, funcionarios municipales y efectivos del Gope a trasladar al menor a pie durante varias horas atravesando la Cordillera de La Costa por la huella existente entre Caleta Huellelhue y el “El Mirador”, sector hasta donde llega la conexión terrestre.
El caso del pequeño Diego, quien llegó hasta el Hospital Calvo Mackenna antes de volver a su tierra después de casi dos meses de tratamiento, generó una discusión mediática entre las autoridades locales: por un lado, el gobernador Gustavo Salvo llamaba al alcalde de Río Negro a buscar financiamiento a través de fondos regionales, mientras Carlos Schwalm, alcalde de Río Negro, respondía que al tratarse de una obra de gran envergadura el financiamiento debía asumirlo el MOP (ver link).
Poco tiempo después, medios locales informaron acerca de la firma de un comodato el martes 19 de agosto por parte del “dueño” de las tierras cordilleranas de Cóndor y Huellelhue, Humberto Guidotti Venturelli, figura legal con la cual el Ministerio de Obras Públicas quedó habilitado para efectuar los estudios de ingeniería para el trazado del camino que, de acuerdo a la propaganda, sacará del aislamiento a las familias –principalmente mapuche– de los apartados sectores de Huellelhue y Caleta Cóndor. Importante destacar que el alcalde de Río Negro, Carlos Schwalm Urzúa, calificó como “histórica” la firma de este comodato.
Pasó el tiempo. Con fecha 1º de abril de 2015 el diario El Austral de Osorno publica en su última página una serie de fotografías bajo el título “Abren camino al mar en medio de la selva cordillerana”, destacando la intensidad del trabajo de los funcionarios municipales para habilitar a la brevedad el camino a Huellelhue y Cóndor (ver link).
HUMBERTO GUIDOTTI VENTURELLI, EL “DUEÑO” DE LAS TIERRAS CORDILLERANAS
En base a los antecedentes anteriores, investigamos las propiedades de Guidotti Venturelli, encontrando cuatro fundos de su pertenencia sin descartar la posibilidad de que tenga otros fundos. El cuadro siguiente resume los datos recopilados hasta el momento:
FUNDO |
ROL |
AVALÚO FISCAL (13.09.2014) |
SUPERFICIE |
COMUNA |
MAICOLPI |
2218-99 |
$ 418.977.066 |
6.940 |
San Juan de la Costa |
HUEYELHUE A |
346-44 |
$ 959.799.605 |
2.515,30 |
Río Negro |
HUEYELHUE COSTERO |
345-45 |
$ 226.070.326 |
1.600 |
Río Negro |
CÓNDOR 1 |
346-134 |
$ 453.920.046 |
2.153 |
Río Negro |
Como se puede observar, Guidotti es dueño legal de al menos 13 mil hectáreas en la zona cordillerana que parte al sur de la comuna de San Juan de la Costa y termina en la parte norte de la comuna de Río Negro, zona que es parte del territorio ancestral mapuche y en donde viven numerosas de nuestras familias agrupadas en al menos tres comunidades (Ñirehue, Huellelhue y Caleta Cóndor).
De acuerdo al sitio web del poder judicial, Humberto Guidotti Venturelli presenta varias causas en las que aparece como demandante y demandado. En dichas causas registra como domicilio la ciudad de Traiguén, en la región de La Araucanía, aunque informaciones locales señalan que también sería propietario de una sencilla casa en el sector Rahue Bajo de Osorno.
Al revisar los antecedentes judiciales civiles de Guidotti, se observan causas que han se han tramitado en juzgados civiles de Santiago, Traiguén, Temuco, Osorno y Río Negro. Destacan en particular, dos causas en las que la Tesorería Provincial de Osorno ha interpuesto contra Guidotti por el no pago de los impuestos territoriales en las propiedades anteriores (ver C-1037-1999 y C-140-2013).
Otras dos causas muy interesantes, son las demandas que interpuso Guidotti contra un viejo conocido del territorio williche: José Antonio González Pinuer, más conocido como el “coño González”, recordado por desalojar a varias familias mapunche del fundo Huitrapulli a mediados de 1995, tras adquirir el fundo San Nicolás de parte de la forestal japonesa An Chile. Las causas contra González (quien también se ha hecho conocido por otros casos) se deberían al incumplimiento de este último en un contrato de arrendamiento (2012) por el cual González debía pagar tres mil pesos por cada metro ruma extraído de los predios de Guidotti (ver C-1-2014 y C-4024-2014).
RIESGOS, RESPONSABILIDADES Y EL SILENCIO DE CONADI
En la actualidad son varios los grandes fundos que estando en territorio ancestral mapuche –muchos de ellos sobre Títulos de Comisario- todavía siguen en manos de particulares y empresas forestales a pesar de que todos los antecedentes históricos y jurídicos demuestran sus orígenes fraudulentos. Se suma a lo anterior, los procesos de constitución de concesiones mineras y derechos de aprovechamiento de aguas con fines hidroeléctricos que atropellan nuestros derechos colectivos sobre el territorio heredado de nuestros kuyfi ke tse mongen.
En el caso particular de las comunidades mapunche de la costa de la comuna de Río Negro, ya han sido varias las oportunidades en las que han demando el reconocimiento de la propiedad de sus propias tierras… tierras en las que hoy son ocupantes ilegales. Al hacer una breve revisión de antecedentes, el año 2008 la prensa local ya daba cuenta de las amenazas de desalojo frente a lo cual las comunidades de Río Negro redactaron un documento enviado al por aquel entonces comisionado de “Asuntos Indígenas” del primer gobierno de Michelle Bachelet, Rodrigo Egaña (ver link). Dicho documento denuncia:
“Y en relación a las tierras antiguas, en nuestro territorio prevalecen vigentes grandes conflictos de la tenencia de la tierra. Están las Comunidades Indígena Caleta Condor, Caleta Huellelhue, Ñirehue y La Catrihuala, sosteniendo una lucha contra particulares que son dueños solo en el papel y donde la CONADI ha sido poco certera, rigurosa, dilatadora, irresponsable y cuyo proceso abordado tiene actualmente a familias luchando contra una orden de desalojo. Nos preocupa enormemente que la devolución de tierras sea un camino institucional y legal, vale decir, se trata de una negación tácita de las demandas por tierras ancestrales o antiguas y una negación de la noción de territorio levantada por el movimiento mapuche.”.
Tras asumir Sebastián Piñera como presidente de Chile, las demandas por el reconocimiento legal de sus tierras, principalmente por aplicación de la Ley “Indígena” en su artículo 20, letra b., continuó por parte de las comunidades costeras de Río Negro, lográndose que Conadi realizara un informe antropológico para iniciar el proceso de compra (ver link 1 y link 2). Como se puede concluir, durante la administración de Sebastián Piñera no se logró ningún avance, salvo prometer un camino, idea que en el nuevo gobierno de Michelle Bachelet se está concretando.
Importante dejar en claro que, 1) el camino no ha sido una demanda prioritaria del general de los y las habitantes de las caletas de Huellelhue y Caleta Cóndor y 2) no ha habido ningún gesto de parte del gobierno de turno, a través de sus “autoridades” locales, a resolver el problema de la propiedad de la tierra.
En este punto, planteamos la siguiente pregunta: ¿cuáles serían los efectos positivos de tener un camino hasta la zona costera de Río Negro?
Evidentemente, el acceso a aquellos apartados sectores se vería facilitado, ya que hasta ahora para llevar, por ejemplo, cargas de peso considerable (latas de zinc, estufas, refrigeradores, etc.) se tiene que hacer por mar cuando el tiempo lo permite. Por otro lado, la atención de emergencias también se vería facilitada. Probablemente también pudiese aumentar por un tiempo la rentabilidad de la compraventa de tejuelas de alerce, y potenciarse iniciativas turísticas y de venta de leña.
Sin embargo, también hay que preguntarnos acerca de los peligros de un camino. En primer lugar, un camino por la Cordillera de la Costa conlleva costos en pérdida ecológica, daños quizás irreparables al Fill Mongen (“biodiversidad”). Por otro lado, no sabemos de la realización de un estudio previo en donde se haya levantado información referente a lugares sagrados que pudiesen dañarse o destruirse con los trabajos de habilitación del camino. Probablemente ya hay más de algún espacio sagrado destruido para siempre.
Para poder seguir abordando los riesgos que involucra un camino hasta el mar, hay que preguntarnos por qué no ha habido desalojo judicial de las familias mapunche hasta ahora. La respuesta es muy simple: precisamente porque no hay camino. Carabineros no podría realizar un desalojo por mar o atravesar la cordillera por la huella que se inicia en El Mirador de Huellelhue… la segura autodefensa de las familias y el conocimiento que tienen del terreno haría fracasar rápidamente el desalojo.
Por tanto, el la construcción del camino en cuestión implica un real riesgo de que las familias mapunche y no mapunche de la costa de Río Negro sean desalojadas. También es posible, una vez construido el camino, que Guidotti continúe arrendando a terceros o empiece a construir infraestructura para mantener trabajadores en sus actuales propiedades, con lo que conflicto quedaría instalado en la zona.
De producirse cualquiera de los escenarios anteriores escenario, las responsabilidades políticas recaerán sobre la Gobernación de Osorno, la administración actual del municipio de Río Negro y Conadi, entidad que hasta la fecha no se ha manifestado frente a esta situación.
Finalmente, recordamos que la presidenta actual de Chile tiene la oportunidad de expropiar los fundos de Humberto Guidotti Venturelli (considerando además que no paga contribuciones) y restituírselos en propiedad a nuestros peñi y nuestras lamuen. Es de esperar que no tengamos que volver a la situación de un siglo atrás, cuando los despojos y las matanzas eran el pan de cada día.
Fentenay may fachi srakisuam.
Salvador Rumian C.
Fütawillimapu
@Wesrkin