¡Fill püle powüpe ta fa!


Fotografía: Inmueble incendiado en Vilcún | @lescuentoque45

«Una cosa es solicitar la reivindicación de espacios territoriales y otra muy distinta asesinar a un matrimonio incendiándoles su vivienda, generando un clima de terror».

A continuación replicamos la editorial de hoy domingo 6 de enero del diario El Austral de Osorno, medio perteneciente a El Mercurio S.A.P., en la cual hemos destacado algunas ideas (subrayado):

Escalada de violencia en el sur

Sin generalizaciones inconvenientes y tampoco una relativización de la gravedad de los hechos se avanzará en restablecer la paz social en La Araucanía.

La generalización por un lado y la relativiza­ción de la gravedad de los hechos, por el otro, son probablemente dos de los principales riesgos que se enfrentan a la hora de analizar la escalada de violencia que genera tanta preocupación en la vecina Región de La Araucanía y el país en general.

La generalización apunta a vincular a toda una etnia -en es­te caso la mapuche- con acontecimientos que a la luz de to­dos los antecedentes son protagonizados por un reducido pero peligroso grupo de personas que han demostrado ser capaces de generar una sensación de verdadero terror en comunidades como la de Vilcún y La Araucanía en general.

Los casos previos que ha investigado la Justicia en relación a la violencia en esa región, indican que quienes están detrás de los ataques son delincuentes que no tienen ningún respe­to por la vida humana e incluso han protagonizado graves atentados contra víctimas absolutamente ajenas a la problemática que supuestamente motiva su accionar. Pero -insistimos- las asociaciones automáticas resultan altamente inconvenientes.

Adicionalmente, no se puede soslayar que un altísimo porcentaje de personas mapuches no aprueba en absoluto estas acciones -independiente de quienes sean sus autores, cuestión que está en manos de la Justicia dilucidar- y por tanto la directa vinculación con lo que se ha denominado «conflicto mapuche», puede llegar a convertirse en una inconveniente utilización del lenguaje.

En otras palabras, una cosa es solicitar la reivindicación de espacios territoriales y otra muy distinta el asesinato de un matrimonio a quien se les incendió su vivienda, acrecentando el clima de verdadero terror.

Así, la relativización de la gravedad de los hechos, es otro riesgo al analizar la situación. Y es que ante un episodio de violencia criminal de la gravedad de lo ocurrido en Vilcún, no hay circunstancias que permitan su justificación.

Por eso, es fundamental exigir a las autoridades de Gobierno y las policías un trabajo mucho más eficaz para identificar y detener a los responsables de estos delitos, para que luego la Justicia actúe con la rigurosidad máxima que le permiten los mecanismos que establece nuestra legislación y Estado de Derecho. Sólo de esa forma, se podrá avanzar en recobrar la paz social que nunca debió perderse en esta zona del sur del país.

Fuente: Diario El Austral de Osorno (06.01.2013)


¿Qué opina de la editorial anterior?

Por otro lado, se hace necesario destacar la intencionalidad de la encuesta ¿Cree que el Estado Chileno ha hecho lo suficiente para controlar los hechos de violencia en La Araucanía?, cuyos resultados se presentan en la edición de hoy 6 de enero en El Austral:


Imagen: Diario El Austral de Osorno

¿Existirá otra vía que el Estado de Chile pueda seguir como alternativa al «control de la violencia»?

Tamün srakisuam
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