En el periodo 2020-2030 del calendario occidental, el territorio Künko verá partir a las últimas tremche y a los últimos fücha hablantes nativos de tse süngun quienes nacieron en un entorno familiar en el que nuestro idioma era el medio de comunicación principal. Inevitablemente se cortará un tejido ancestral que resistió la invasión española y el surgimiento del Estado de Chile. En esta publicación hacemos un llamado que nos permita generar las condiciones para recomponer el tejido que se truncará.
Al referirnos a la situación actual de nuestro che süngun o tse süngun es imposible no recordar todos los procesos de despojo, persecución, subyugación e invisibilización de nuestro idioma. Las escuelas, las misiones, las oficinas públicas y toda una estructura de dominación racista y colonialista lograron que nuestro süngun esté a punto de convertirse en un lejano recuerdo. Relatos de como nuestros padres, madres, abuelos y abuelas siendo niñas y niños tuvieron que hacer frente al miedo y a la impotencia de ser objeto de violencia física y psicológica sistemática por parte de profesores, sacerdotes o religiosas son marcas que trascienden generaciones. Esto explica por qué muchas de nuestras l’amuen y nuestros peñi desprecian o inferiorizan nuestro idioma y sienten vergüenza de ser mapunche. Como hemos manifestado en otras oportunidades, no hay forma de suavizar o endulzar nuestra historia: nos quitaron nuestro idioma y nuestro orgullo a golpes, torturas y humillaciones. Con el tiempo nos llegamos a autorreprimir y hasta llamar «brujería» el hablar en el idioma de nuestros antepasados.
Junto a lo anterior, la difusión de otras variantes que tienen mayor cantidad de hablantes (mapuzugun) también influye en la situación actual del tse süngun ya sea porque invisibilizan involuntariamente nuestra variante o porque son una referencia rápida para llenar los vacíos que el tse süngun no ha podido llenar. En el último caso, es frecuente escuchar palabras o conceptos de otros territorios o el uso de construcciones gramaticales norteñas que probablemente no son parte de nuestra variante williche. De esta manera los usos y particularidades del tse süngun cada vez quedan más relegados.
En este punto es importante tener presente que no por reemplazar ciertos sonidos en palabras del mapuzugun o del mapudungun automáticamente dichas palabras pasan a ser parte del che süngun. Por ejemplo, wasria (modificación de waria: ciudad), lemosria (modificación de lemoria: saludos) o srume (modificación de rume: mucho, muy) no son conceptos que las/os hablantes del territorio williche hayan usado hasta donde sabemos. Por lo tanto, el che süngun es más complejo que el simple reemplazo de sonidos específicos (fonemas).
Si bien con la partida de nuestras tremche y fücha hablantes el tejido ancestral se cortará, nada impide que podamos reconstruir la transmisión del tse süngun para dar continuidad a nuestro pueblo, a nuestro conocimiento y a nuestro pensamiento en nuestro propio idioma. En la actualidad hay un interesante número de weche ke mongen (jóvenes) recuperantes y/o neohablantes de nuestro tse süngun, por lo que tenemos la oportunidad de que en un futuro no muy lejano se constituya un grupo importante de familias en las que niñas y niños puedan crecer con el tse süngun como lengua materna y como medio principal de comunicación.
Con base en el contexto que hemos descrito, es que realizamos un llamado… y más que un llamado, una súplica llena de preocupación, pero también de mucha esperanza: queremos agotar todos los esfuerzos para salvaguardar el kimün de nuestra gente mayor referido al che süngun para su difusión libre y gratuita entre las nuevas generaciones. Es por ello que si alguna o alguno de ustedes sabe de algún jütsa (viejito) o de alguna chemche ñuke (viejita) que conozca nuestro tse süngun, les pedimos con todo el piwke (corazón) que nos puedan compartir datos o formas de ubicar a dichas personas.
No importa en qué parte de la provincia de Osorno vivan. No importa que religión o creencias tengan. No importa su afiliación política. No importa si no saben leer (de hecho es hasta mejor porque su abstracción no estará basada en rayas). No importa si nunca antes han querido hablar o hacer público su conocimiento. Nada perdemos con buscar el diálogo y realizar todo lo humanamente posible para que nuestras/os kimche puedan heredar su kimün.
Para compartirnos información de alguna persona que pudiese aportar a la reconstrucción y revitalización del tse süngun, no duden en enviarnos un mensaje vía Facebook, Instagram o al número WhatsApp +56945547956.
Desde ya les agradecemos por su ayuda, por su voluntad y por su tiempo en este gran lucha por el futuro de nuestro tse süngun.
Pepi künolayen tain süngun kiñe püle. Müli tain witrapüsramia tain tse süngun, pu l’amuen, pu peñi. Femechi newentuleayen, femechi aflayay tain mapunchengen. Kümelay wichukünoliyen tain pu fütsa ka tremche ke mongen, feymo müli tain falintükuafiel ti engün tain el’ueletew mo tain süngun ka müli tain mañumafiel petu mongelele engün.
Ngal küme llowngepe ta fachi mütrüm, fükeafiyen tain pu alwe.
Fenten mañum. Wall’ pewayen monkü tse mongen.
Salvador Rumian C.
Fütawillimapu
@Wesrkin
@futawillimapu
Dejar una contestacion