Pu l’amuen, pu peñi, ¡llowaymün kiñe füta mari mari fachi antü mo! Kümelelmün, trüyüleayen inchen. Ewla may nentukünoayen kiñe nütram winka süngun mo.
Reiterando nuestro saludo, hermanas y hermanos, nos complace anunciar que las personas que resultaron ganadoras del concurso que realizamos por nuestro aniversario número 15 son:
- Claudio Queupuan C. Recibe el libro Mawisam aukan (2022)
- Lucía Hernandez R. Recibe el libro Las Vivencias del Tata Mañuko y la Mamita Flora (2020)
- Cecilia Nilian G. Recibe el libro Wechemapu (2020)
Agradecemos a Iris Rumian, Vicente Pinea, Catalina Rumian y Alian Colpiante de la comunidad Kiyemtuain de Pualwe por seleccionar las respuestas ganadoras. En total fueron 18 respuestas recibidas hasta el día 5 de febrero pasado.
Tal como se señaló en el formulario de postulación, las tres mejores respuestas se difundirán a través de nuestro sitio web.
La pregunta que realizamos fue la siguiente:
Tami wiñosuam: Cuéntanos acerca de un kimün (conocimiento) que hayas recibido de tus mayores (padre, madre, abuelas/os u otra persona) y que consideras importante que las nuevas generaciones mapuche williche también conozcan.
La respuesta del peñi Claudio fue la siguiente:
“El kimun del significado de los pewmas y la conexión con nuestros abuelos y abuelas a través de estos, los cuales nos orientan desde el wenumapu. El kimun de la observación astronómica de igual manera para hacer crecer los alimentos desde la Luke Mapu”.
Por su parte, la l’amuen Lucía respondió:
“Mari Mari lamien, agradezco a mi ñaña de mi familia Rumián cañulef porque siempre me hablo de nuestra cultura a pesar que en su época fue violentado , prohibido hablar en los colegios y la constante ridiculización que existía a los niñ@s mapuches de la generación de mi ñuke, a pesar de eso siempre tuvimos lazos con mis tías abuelas de San Juan de la costa. Al irme del país extrañe mi madre y mi tierra, solo recordando sus sabores y ritos familires. Gracias a ese sentir, rescate una linda tradición del lavado de la lana, su proceso y todo lo que conlleva crear esos acolchados que hoy ya poco existen en nuestras casas. Recordar su calor, era recordar a mi ñuke . Con ese conocimiento de revalorar el lavado a mano de la lana, me inspiró hacer mi tesis. Los ritos ancestrales son únicos en cada familia. Por ello siempre hay indicios de nuestros ancestros que debemos rescatar para enseñarles a las nuevas generaciones . El uso de la lana, el lavado en el río para la creación artesanal de acolchados o frazadas para nuestras familias son y fueron las capas protectoras de nuestras vidas. Siempre lo recuerdo y por ello regresé a esa fibra que me une a mi gente.
En nuestra actualidad debemos complementar los ritos y formas de vidas de nuestros lamien y vincular con las futuras generaciones . Si pensamos en museificar la cultura creo que nos cerramos a la transformación. El conocimiento Mapuche está en su oralidad, quizas ya no iremos a lavar al rio la lana pero si saber que existió y lo importante que era trabajar en comunidad creando vínculos entre familias y quiene valoran esas vivencias.
Con mucho respeto hay cosas hermosas que las nuevas generaciones pueden crear y debemos darle espacio. Alguna vez alguien pensó en leer y ver a través de la pantalla del celu el idioma de la tierra. Esos son los nuevos aportes y agradezco que sea un herramienta pública.
Yo estoy dichosa de tener relación con el pueblo mapuche, siento que día a día se aprende algo más. A pesar de la vorágines de la vida actual.
Nunca olvidar nuestra fibra.”
Finalmente, la l’amuen Cecilia dejó la siguiente respuesta:
“Mari mari monkü ta eimün,
Mari mari monkuche,
Mari mari famo ta mulelu…
Cecilia Nilian inche tañi üy, chaurakawün mapu mo tañi sruka,
Forrahue tañi folil, tañi mol’fun, tañi piuke,
eula akui tañi nütram …
«Todos tienen espíritu y todos nos hablan»…así solían decir mis ancestros…
Mi Papi Armando(Armando Arismendi Vargas) no era un hombre «escueliado» como solía decir, de él aprendí todo lo referente a plantas, flores, bichos, del viento, la luna, de los perros. Aprendí que si necesitabas cortar o podar una planta ella siente y se estresa (como hoy dicen los entendidos), el diría la planta o árbol llora; sí así mismo, las plantas al igual que todos los seres vivos sienten y cada vez que hagas un trasplante, siembra o poda debes hablarle al corazón de la planta y decirle lo que harás y para qué lo harás, así también el idioma de la Luna, ella nos enseña en su idioma que tiempo es buena para sembrar, podar, porque no todas sirven para determinada acción, hasta lo más simple que es cortarse el pelo o las uñas. El Viento te habla, sólo debes aprender su idioma y comprender, te dirá si hay peligro o lloverá, igual que cuando el sol mira para atrás, él te dice que se vienen las lluvias. Aprendí que mirando fijamente a los animales ellos verán que tu corazón es bueno y no te harán daño, pero nunca les des la espalda, siempre de frente decía. El mejor hablarle con cariño a las flores y las plantas serán más vigorosas y te darán más frutos, pero la otra-planta- no tiene que escuchar, porque se va a poner celosa- decía- Todo habla, todo siente…mi viejo tenia los dedos verdes, nunca se secó una planta en sus manos y las siembras eran hermosas, «ayuntos» de 10 kilos eran deliciosos…cuando él emprendió su viaje a las estrellas mis manos mantuvieron el legado de «dedos verdes»…espero ser fiel a su espíritu.
De mi Welo Carmelo(José del Carmen Nilian Acum) aprendí a reconocer los espíritus juguetones y sanadores del campo, los Ngen de las cosas, esas luces que no eran candelillas ni luciérnagas, sino duendes –si los sigues te van a perder, de lo celosos que son–; de los pájaros que cantan en la noche y que te avisan si son humanos u otra cosa que anda acechando por ahí; cómo encontrar agua con una varilla de maqui o escuchar el agua, sentirla aunque todo este seco a tu alrededor, tantas cosas, pero lo más importante fue: dónde está mi hermoso Lig Külon (Maqui Blanco) ahí vive un Ser protector y mágico, –cuidado con lo que le pidas me decía –, él se fue al Wenumapu cuando yo tenía 12 años…uuufff hacen millones de años y aún cuando voy al campo lo veo y escucho su voz. Nadie de la familia, ni de la gente que transitaba libremente por mi mapu ha visto ese hermoso Maki, yo he compartido sólo con algunas personas, si su Alwe no es pura al entrar en su presencia(del Ngen) éste los castigará o no volverán a pisar esa Mapu, me tocó ver eso con mi padre…espero no haberme equivocado al presentárselo a unas amistades(epu), me enseñó a conjurar una planta para que me sane, aunque ahora no sé qué tan cierto era, pero funcionaba cuando me sentía triste…me enseñó a no tenerle miedo a ese hombre que viste de negro con un sombrero y anda por el terreno, me decía que él vivía antes que todos nosotros y solo anda mirando, pero que si eres malo te va a asustar…a veces yo lo llamo para conversar, pero no aparece siempre solo a veces; es intimidante, pero ya nos conocemos, aunque no es muy comunicativo…jijiji
De mi Weli Duby (Eduvina Nilian Acum) aprendí que tenías que taparte todos los Hoyos con lana cuando habían esas horribles y calurosas noches de verano salían los Trintraros «esos se meten en donde pillen»…así decía. Me enseñó a jugar la Brisca y todas las trampas o “maulas-como ella decía-”, siempre hacíamos pareja las dos y cada señal, un gesto, una mirada, un rasquido era una señal de una carta importante, una brisca o un As, éramos imbatibles. En el campo hacíamos torneos de tejo, brisca, escoba; con bailongo y venta de lo que fuera, todo era de día y cuando caía la noche iluminábamos la arboleda con faros de chonchón(que peligroso),hasta que un día llegué-no sé de dónde-con la brillante idea de meter velas dentro de una botella de vidrio y genial iluminaban tanto que más larga era la fiesta… Con ella aprendí las cosas simples de la vida. Le agradezco haberme iniciado en el tejido, mirándola en esas noches con luz de vela o después más sofisticada luz de batería; a hilar en uso, a tejer, pero siempre me gustó más hilar tan fino que ni ella era capaz de hacer…me decía «esta parece una araña sale a hilar su tela de noche», me enseñó a estar sola y no tenerle miedo a la soledad….(tristeza…te extraño wely ella se fue al Wenumapu en Agosto pasado)
Hay tantos awelos que mencionar, uno don Transito Acum que hablaba en Tse Süngün y lo perseguía cuando niña sólo con el afán de saber en castellano que era lo que me decía…era muy chica (en edad y porte)tardé más de 40 años en comprender un poco el idioma, le agradezco a él por haber sembrado esa semillita de la curiosidad de mi Lengua Materna…
Feille mai….tendría tantas cosas más que contar, pero este espacio es reducido y no quiero dar lata….
¡Agradezco esta oportunidad, mañumkülen afi tañi nütram!!!!
Mañum!!!!
Cecilia Nilian ta inche!!!”
Agradeciendo nuevamente por su respaldo en estos 15 años de labor comunicacional e informativa desde y para el territorio mapuche williche, nos despedimos con todo el küme newen.
Kash mañumeymün pu l’amuen, pu peñi. Küme mongeaymün tain pu moll’fün. Pu Alwe ta piñomaeymün mo chew srume ta miawülmün.
¡Newentuleayen monkü!
Fütawillimapu
@Wesrkin
@futawillimapu
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