En la ruta que ha seguido la acumulación capitalista en la futawillimapu, se reparten todo tipo de megaproyectos como hidroeléctricas, desarrollos turísticos, autopistas, empresas eólicas, monocultivos intensivos para exportación y salmoneras.
En Chile, la fase actual del capitalismo incluye la privatización de los bienes y servicios. En el Wallmapu, la acumulación por desposesión conlleva la mercantilización de los recursos naturales y el acaparamiento de tierras por medios legales e ilegales.
Este modelo de despojo por acumulación se reproduce con eficacia en Chile. Su principal aliado ha sido un Estado anestesiado con escasa capacidad de fiscalización sobre la explotación de los recursos naturales y un reducido control de los servicios públicos, que son estratégico para el buen vivir de la población chilena.
El machi Cristóbal Tremigual, autoridad espiritual y política de la futawillimapu, expresa que la pandemia Covid19 es un winka kütran, una enfermedad propia de la sociedad occidental, que proviene de otros territorios y que está impactando tanto a la sociedad mapuche como la chilena en general.
En la memoria de larga duración, no se registra un kütran/enfermedad que se origine al interior del pueblo mapuche y que porte el nivel de agresividad que posee una pandemia. Por el contrario, todas las pandemias que han asolado al Wallmapu desde mediados del siglo xix y xx -cólera y viruela- han sido introducidas en los territorios por la sociedad chilena.
Todas las veces en que el Estado, ha tenido el poder para decidir quién debe morir y quién debe vivir, no es casual que la derecha chilena, sea la que siempre concentre el poder y la soberanía, para decidir sobre las vidas de la población.
Los golpes de Estado y actualmente el control de los aparatos de respiración artificial, le han otorgado el poder absoluto, de manejar a libre arbitrio ,las curvas de mortalidad en Chile.
El control de una clase social minoritaria, que toma la decisión sobre quién debe seguir respirando, la sumisión corporal y sanitaria de las personas, señalaran un episodio inédito en la historia de Chile, sobre la concentración de un poder de una
clase política que decide sobre el tiempo productivo, social, reproductivo y vital de las personas.
En nuestro país la pandemia covid19, ha seguido el camino que le traza la desigualdad, la desposesión y las asimetrías sociales.
En tiempos de pandemia, el capitalismo financiero en la futawillimapu sigue el ritmo de la acumulación, saltándose todo tipo de barreras sanitarias.
En la Declaración de los Hualles el machi Cristóbal señala:
“ La gente que vive de la venta del carbón y la leña, no la están dejando entrar para la ciudad ,pero esas restricciones al parecer son solamente para los mapuche y para la gente pobre y campesina, pero no así para las grandes empresas como las forestales, que han seguido trabajando en tiempos de pandemia y de cuarentena. Para ellos, todo el camino queda libre para su tránsito, mientras están decayendo los recursos de la mapu, transitan libremente de ida y de vuelta y estas personas que andan en los vehículos son posibles portadores de contagio. Además están saqueando el territorio, mientras que a nosotros nos controlan mucho, entonces ahí se ve también la diferencia que existe de la gente que tiene dinero y el poder económico y la diferencia con nosotros que somos pequeños, somos pobres, sobre todo si somos mapuche, hay una discriminación mayor aún.
Mencionar lo que se está viviendo en el territorio mapuche, bueno ahora, se ha notado más por la situación del covid19, pero esto venía hace rato ya en nuestro territorio, desde mucho tiempo, a través del extractivismo siguen las forestales, siguen las pesqueras, también en las ciudades están abiertas las grandes tiendas, los mall, pero no se le da la oportunidad a la gente del campo de vender los productos de los que viven y dependen su subsistencia”.
Es un hecho, que mientras el estado de excepción y toque de queda controlan cuerpos y territorios, permite la libre circulación del capital en los territorios rurales del sur de Chile.
El zugun del machi Cristóbal denuncia, que con la pandemia covid19 se dejaron ver con mayor claridad las jerarquizaciones que tiene el poder y que además se fortalece en diferencias étnico-raciales y segmentan la provincia de Osorno en planos políticos, económicos y sociales.
En la futawillimapu la reproducción del capital, está determinada por el sistema de dominación racial producido en su interior, que junto con perpetuarlo establece las jerarquías sociales situando a campesinos, obreros y mapuche en lugares específicos de la cadena de consumo, producción y reproducción del capital.
En el butalmapu Kunko (San Juan de la costa) las acciones de microresistencias activan procesos de territorialización de los afectos, de alianzas, de saberes y prácticas de defensa y vinculación con el territorio.
Hay dos formas de resistencias, una que se activa de manera natural para proteger el küme mogen de la comunidad y la otra para resistir las violencias y reacciones de aparatos del Estado, descargando un doble compromiso para los dirigentes.
En la declaración de los Hualles, el machi Cristóbal señala:
“También hacer un llamado a mi pueblo mapuche, a los dirigentes, a los lonko, a los werken, pu machi, pu nguillatufe a expresarnos con respecto a esto y también un llamado a organizarnos, a controlar nuestros territorios y también porque tenemos el deber y el derecho de hacerlo, cada uno de nosotros como mapuche tiene un rol.
Hoy día a mí me toca ser machi y tengo este trabajo de reflexionar con ngunuzuam, nguluzuam nutramtun con respecto a esta situación. Pero también están los lonko , las autoridades político-social, que también tienen que disponer su pensamiento, su preocupación al respecto , también están los pukonas , pu weichafe en el territorio que también tienen su rol que cumplir , ellos saben lo que tienen que cumplir , así que creo que este es un momento también para proteger a nuestra gente, proteger a nuestro territorio y hacernos presente, que aquí existimos como pueblo mapuche –williche de la futawillimapu como también en el Wallmapu “.
Las microresistencias vitalizan las conciencias y las memorias que poseen los territorios.
Cuando el machi convoca a los dirigentes a que asuman un control territorial, también nombra a los cargos tradicionales que poseen en el tejido social mapuche y las funciones que deben cumplir en el Az mapu.
Los dirigentes mapuche y las autoridades tradicionales, son portadores de una memoria territorializada que es compartida por el lofmapu , vincula a los habitantes que participan y que comparten un territorio en común.
Por medio de los liderazgos comunitarios, se deja ver la memoria social del territorio.
El progreso, la democracia y el libre ejercicio del derecho, todos ámbitos en que se hilvana la retórica de la modernidad, se diluyen en su doble lógica colonial que se nutre de presos políticos mapuche, violencia institucional, represión de la protesta social y control bíopolitico sobre las formas espontaneas de organización popular, como son las ollas comunes.
La rebelión popular de octubre 2019, instaló muchos enemigos ficcionalizados en el imaginario del poder, como son por ejemplo: presos políticos mapuche, movimiento feminista, movimiento secundario, marchas populares, perros mata/pacos, etc.
Parece ser que el proyecto colonial de la modernidad, sólo muestra su eficacia y capacidad de gobernar en estado de excepción, represión y encarcelamiento.
Confrontando este orden colonial/moderno, que premia con seguridad social a los sujetos que dejan gobernar y castiga con cárcel a quienes son conspirativos, el machi Cristóbal señala en la declaración de los Hualles:
“ dar un saludo de fuerza y newen para los peñi, pulagmen , los hermanos que están en las diferentes cárceles del país sufriendo, a los presos políticos mapuche , al machi Celestino Córdova que también está en huelga y otros peñi y lagmen que están presos y en huelga de hambre , también la fuerza y preocupación por ellos.
No olvidarnos pu peñi, pu lagmen a mantener nuestra fuerza espiritual , nuestro yeyipun, nguillatun, efkutun en nuestros propios espacios y lugares en donde estemos familiarmente o comunitariamente a seguirnos fortaleciendo espiritualmente y darle fuerza a los peñi que están en lucha.”
Las microresistencias se deben entender como las articulaciones y las capacidades de los sujetos para enfrentarse al poder, para reutilizar sus fuerzas y recomponerse insistentemente en la acción.
En su última parte la declaración hace un llamado a : “ las autoridades que se llaman winkas, que se supone que tienen que velar por el bien de la ciudadanía y que en este momento no lo están haciendo y que sus prioridades no son la gente por lo visto, sino las grandes economías, los ricos son su prioridad “
Las microresistencias se modelan en las múltiples respuestas de los colectivos, ante
el ejercicio del poder que se ejerce sobre sus cuerpos, sus afectos, su memoria y sus mapu/territorios.
Bernardo Colipan, tril-tril mapu.
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