En la década de los 80, los mares libres del sur dejaron de ser una expresión de la economía autónoma practicada por pescadores locales cuyos paisajes pintados de embarcaciones tripuladas por familias completas ingresaban a esa fuente de recursos alimenticios ricos en sales y yodo a muy bajo costo. El limpio escenario de antaño cambió a causa de la instalación de centros de cultivos, jaulas de cautiverio y una contaminación que las compañías llamaron “marea Roja” que, de acuerdo a los lugareños, es un medida persuasiva propagandística de la industria para incidir en el imaginario colectivo y transmitir una idea de que: “no ser responsables sino que se genera por un acto natural asociado al cambio climático”.
De inversionistas individuales pasaron a ser compañías transnacionales las controladoras del negocio, siendo Salmones y Pesquera Camanchaca (capitales familiares chilenos) junto a Marine Harvest (Capitales Noruegos) las que se han adueñado de los espacios marítimos en la Futawillimapu.
Camanchaca devoradora
El año 2011, hacia sus primeros anuncios de interés bursátil, Camanchaca S.A controlado por los inversionistas Jorge Fernández (30%) y Francisco Cifuentes (30%). El 2017 pudieron abrirse a la bolsa de comercio tanto en Chile como en el extranjero, el movimiento financiero les genera el ingreso de 800 nuevos inversionista que a través de sus bonos, le aportan 108 millones de dólares adicionales a la firma con la puesta en venta del 30% de las acciones, esto le permitió asegurar su ubicación en aguas sureñas, del Norte y de la región central (Quemchi, Hualaihue, Quimchao, Iquique, Tomé) donde se encuentran centros de cultivos y plantas procesadoras.
La familiar Camanchaca S.A dice a través de su página web, regirse por reglas representativas de sus buenas prácticas avaladas por GLOBAL SALMON INITIATIVE (GSI) alianza que representa el 50 por ciento de la producción de Salmon de cultivo en el mundo y BEST AQUACULTURE PRACTICES (BAP) que le propicia un instrumento de medición de calidad provisto por la GLOBAL AQUACULTURE ALLIANCE (GAA).
La pesquera Camanchaca S.A, se basas en los avales que les otorgan las instituciones anteriores para persuadir reglamentos medioambientales del Estado de Chile y este le termina concediendo permisos dentro de los 6.640 Km de Costa cuyos productos obtenidos son exportados a 50 países del mundo.
Cosecha marina
La extractivista Marine Harvest, llega al país promocionado por el Estado de Noruega que, para reducir impactos medioambientales, ha creado reglas financieras que permitan retirar inversiones nórdicas para ubicarlas en otros países como Chile.
El 05 de Julio de 2018 se produce un episodio desastroso al escaparse 800 mil ejemplares de Salmón Atlántico desde jaulas ubicadas en Punta Redonda- Calbuco. La Revista corporativa AQUA lo informa como “temporales causan daños estructurales…”, a través del mismo medio advierten que los ejemplares no son aptos para el consumo debido a sus altas dosis de antibióticos, a su vez, asediados por el cuestionamiento colectivo, ofrecen a los sindicatos de pescadores artesanales el pago de 7 mil pesos por salmón recapturado.
Lo anterior no produjo ninguna movilización importante por parte del Estado de Chile, la empresa sigue operando y el castigo es una medida que no se ve como una posibilidad a la hora de tomar medidas de resguardo para la población. El diario electrónico El Mostrador se encargó de contrastar con un hecho ocurrido en EE.UU; en Marzo de 2018, en Puget Sound, Washington EE.UU se escaparon sólo 300 mil ejemplares de la transnacional Canadiense Cooke AQUACULTURE, el congreso del estado Yanqui determinó prohibir los cultivos de Salmon en cautiverio en sus aguas por considerar “insoportables” los impactos ambientales sobre diversas espacies silvestres y eso que eran 3 veces menor cantidad que lo ocurrido en Calbuco.
Bomba Química a la deriva
El 18 de octubre de 2017 a las 10 de la mañana las costas de Pilpilehue (Chonchi) un barco cargado con combustible y pescados en descomposición naufragaba, 10 meses (03-08-2018) logran reflotarlo, el programa contempla una descarga en algún puerto del país mediante la técnica de succión y posterior tratamiento en algún vertedero municipal, frente a eso, los municipios de Talcahuano, Puerto Montt, Maullin, Futrono y Calbuco han resguardo sus áreas administrativas interponiendo recursos de proyección, no están dispuesto a recibir una carga de gas de Ácido Sulfhídrico (H2S) aún no contabilizado por un estudio especializados.
Preocupados de aquellos las comunidades Mapunches de Calbuco han desarrollado jornadas informativas cortando caminos con el fin de hacer saber a la población la real dimensión de la carga que lleva el barco que podría recalar en sus costas.
El relato de la dirigente Gloria Calisto expresa una radiografía donde relata la disminución de los recursos productos de la instalación de la industria salmonera “la mayor parte de la gente trabaja en la pesca, mariscadores de orilla y la tierra…Ya no se encuentran los mismos mariscos que habían antes 20 años atrás, se han perdido, los alimentos de los pescados se va al fondo y eso va matando poco a poco los mariscos”. Mientras tanto el mariscador y buzo mapunche Nelson Ralil Huenante cuenta a www.futawillimapu.org “por el Estero San Antonio, desde hace un tiempo empiezo a ver muchos mariscos muertos, nosotros conocemos que los mariscos que están muy enterrados es porque mueren de viejos, y estos eran mariscos nuevos y a lo que más afecta son los mariscos blancos como son las almejas los tumbaos, los pulengues” recalca.
Consultado por las motivaciones de las movilizaciones locales Calisto aclara “se nos esconde mucha información, como mapunche tenemos nuestra forma de concebir el desarrollo y eso es en armonía con la naturaleza”. Por lo tanto aduce que se están haciendo cargo de expresar un modelo económico basado en la administración de riquezas que la industria salmonera no puede ofrecer.
Sraginantü Nawel
Revista Waiwen
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